Cientos de personas de diversas religiones y ciudades alemanas se pusieron kipás -la gorra tradicional que identifica a los practicantes del judaísmo- y salieron hoy a las calles para protestar por un ataque antisemita perpetrado en Berlín la semana pasada que causó indignación e hizo renacer los temores ante el odio hacia los judíos en el país europeo.
En la capital germana, la principal organización judía de Alemania convocó a la ciudadanía a llevar durante todo el día este atavío en señal de solidaridad con las víctimas que han sufrido violencia antisemita.
«Queremos enviar un mensaje contundente contra la intolerancia y el antisemitismo y movilizar a un amplio espectro de la sociedad», reza la iniciativa impulsada por el Consejo Central de los Judíos en Alemania, a la que adhirieron entre otros, representantes políticos y miembros de la Iglesia evangélica, según informó la agencia de noticias DPA.
La protesta fue desencadenada por el asalto la semana pasada de dos jóvenes que vestían kipá en un barrio exclusivo de la capital alemana y fueron atacados por un refugiado sirio de 19 años, un hecho que causó indignación en Alemania y una fuerte condena de la canciller Angela Merkel.
Se trata del más reciente de varios incidentes antisemitas que han llevado a muchos judíos a preguntarse por su seguridad en Alemania, que aún intenta expiar la matanza nazi de 6 millones de judíos europeos en el Holocausto, hace más de 70 años.
El presidente de la Comunidad Judía de Berlín, Gideon Joffe indicó al diario Tagesspiegel que «tras el ataque los berlineses nos han hecho llegar múltiples muestras de solidaridad».
«Entre esas muestras estaba la de muchos ciudadanos que nos propusieron llevar una kipá como muestra de solidaridad», indicó.
El presidente del Consejo Central de los Judíos en Alemania, Josef Schuster, en tanto, dijo que «no se trata solo de antisemitismo, también se trata de racismo y de xenofobia. Se necesita poner una clara señal de freno a este tipo de comportamientos», en declaraciones a la radio de Berlín-Brandeburgo (RBB).
Mientras la prensa local reportó que varios cientos -entre judíos, musulmanes, cristianos y ateos- se reunieron hoy Berlín y en la ciudad oriental de Erfurt en el marco de esta convocatoria, a la vez que otros mitines se hacían notar en Berlín, Colonia y Potsdam.
Las agresiones antisemitas centran desde hace semanas el debate político en Alemania, después de que trascendiese que -además del ataque que originó las marchas de hoy- en Berlín una niña había sido atacada en el colegio por ser judía.
De forma paralela, en Alemania se desató otra gran polémica al ser premiados dos raperos alemanes que compusieron un tema con una frase ofensiva a las víctimas del genocidio judío durante el nazismo.
Varios galardonados con el premio Echo, el más importante de la industria musical alemana, devolvieron la distinción en señal de protesta.
El escándalo llevó a los organizadores a decretar la supresión definitiva de estos galardones, según anunció el consejo directivo de la Asociación de la Industria Musical Alemania en un comunicado en el que subraya que no quiere que el premio se convierta «en una plataforma para el antisemitismo, el sexismo, la homofobia y la relativización de la violencia».
«Lo ocurrido alrededor de la concesión de los premios este año, por lo que el consejo directivo se ha disculpado, es algo que ya no se puede reparar», dice un comunicado.
El Centro de Investigación e Información sobre Antisemitismo registró el año pasado 18 asaltos y 23 amenazas concretas a judíos.
La Comunidad Judía calcula que en la capital alemana viven en la actualidad unos 20.000 judíos. La semana pasada, ministros de Cultura de las regiones alemanas se reunieron con representantes del Consejo Central de los Judíos de Alemania para abordar el tema del antisemitismo en las escuelas.
Este resurgir del las tensiones se produce momentos en que Alemania registra una afluencia de más de 1 millón de inmigrantes en su mayoría musulmanes, junto con el surgimiento de un partido nacionalista, la Alternativa por Alemania (AfD), que accedió al Parlamento el año pasado con un discurso manifiestamente antimusulmán, pero que también ostenta un antisemitismo menos evidente.
En toda Europa, el antisemitismo ha ido en aumento en los últimos años, y miles de judíos, en su mayoría de Francia, se han mudado a Israel.
El principal líder judío de Alemania, Josef Schuster, desató una polémica ayer tras aconsejar a quienes visitan las grandes ciudades que no usen kipá, comentario que fue respondido por otros líderes judíos, que aseguraron que los judíos deben usar kipá para demostrar que no tienen miedo.