A la viuda del asesinado jefe de la banda "Los Monos" se le revocó la libertad otorgada desde 2010 tras una condena por narcotráfico y deja Rosario
Lorena Miriam Verdún, la viuda del asesinado jefe de la narcobanda rosarina «Los Monos», Claudio «Pájaro» Cantero, será trasladada a la cárcel federal de Ezeiza luego de que el Tribunal Oral Federal (TOF) 2 de Rosario revocó la libertad que le había otorgado en 2019 al ser condenada a 5 años de prisión por narcotráfico, informaron fuentes judiciales.
La media fue solicitada el martes pasado por los fiscales federales Claudio Kishimoto y el titular de la Procuraduría contra el Narcotráfico, Diego Iglesias, días después de que Verdún (43) amenazó a un fiscal de la Justicia ordinaria santafesina que la imputó por tenencia ilegítima de arma de fuego.
Ahora, tras la revocación de la libertad en la causa por comercio de estupefacientes, Verdún será trasladada a la cárcel federal de Ezeiza, informaron fuentes judiciales.
La mujer ya estaba detenida desde la semana pasada por tenencia de armas en una causa en la que también fue arrestado su hijo, Luciano «Lucho» Cantero (19), con un arsenal de 25 pistolas y fusiles.
Por esa investigación, un juez de Rosario le dictó prisión preventiva por dos años a ambos.
Además, la viuda del «Pájaro» Cantero -asesinado en mayo de 2013- tiene una causa elevada a juicio por presunto lavado de activos y una condena por resistencia a la autoridad de 2016, es decir, posterior a la sentencia de 2019 por comercio de estupefacientes.
El juez del TOF 2 de Rosario, Ricardo Vázquez, tuvo en cuenta esos elementos a la hora de revocar la libertad de Verdún, cuya sentencia condenatoria a 5 años de prisión aún no fue confirmada por la Cámara de Casación Penal.
«No está de más aclarar que es distinta la forma en que influye la perspectiva de pena en el ánimo de una persona al inicio del proceso, que es donde se ha tratado la excarcelación en esta causa, a como lo hace al momento de una condena a cinco años y, por último, algo totalmente distinto si a esa condena inicial se le suman tres nuevas causas, una con condena firme», sostuvo el magistrado.
En su planteo ante el TOF2, Kishimoto e Iglesias habían señalado que existía riesgo de fuga por parte de Verdún por las causas acumuladas en su contra y porque una de ellas es por presunto lavado de activos, lo cual configura un «serio indicio» de que cuenta con los medios económicos y logísticos como para intentar evadir la acción judicial.
En su resolución, el juez Vázquez indicó que «puede afirmarse sobre base objetiva que Verdún ha dado muestras claras de mantener su desapego al cumplimiento de la ley con posterioridad al dictado de su excarcelación y de su sentencia condenatoria a una pena sensiblemente alta (5 años de prisión)».
Para el juez, su desapego al cumplimiento de las normas también se evidencia en el hecho de que a la primera sentencia, por comercio de drogas, le siguieron otras presuntas infracciones.
«Vemos que la primera condena no le sirvió de contramotivación hacia el delito, sino que fue claramente ignorada. Y esta negación la ha reiterado con dos nuevas conductas delictivas», señaló en el fallo.
El magistrado también valoró para revocar la excarcelación «la falta de arraigo o de domicilio fijo, asociado a su integración a una organización delictiva compleja y con manejo de recursos económicos ilícitos, como otra circunstancia objetiva que potencia la posibilidad de fugarse u ocultarse».
Vázquez remarcó que el último domicilio que declaró Verdún en los tribunales, al presentarse a firmar por su condición de excarcelada, fue el de Arrieta 1820 de Rosario, de cuya terraza la noche de la última Navidad un grupo de jóvenes realizó disparos «con el fin de infundir temor público», según se ventiló en la audiencia por la tenencia de armas a Verdún, su hijo «Lucho» y otros dos acusados.
Finalmente, el juez tuvo en cuenta también en su decisión «la actitud hostil hacia los magistrados provinciales al momento de concretarse la audiencia imputativa (por las armas) que tuvieron una importante trascendencia pública».
Se refirió así a las amenazas de Verdún al fiscal Matías Edery, a quien acusó de «agarrárselas» con la familia Cantero y a quien le advirtió en plena audiencia de imputación: «Esto no va a quedar así».
Verdún había sido sometida a juicio en 2018 cuando la Justicia rosarina condenó a buena parte de los cabecillas de la narcobanda «Los Monos» por asociación ilícita y homicidios, aunque en esa oportunidad resultó absuelta.
Sin embargo, en 2016 fue condenada en la Justicia santafesina por resistencia a la autoridad y este año irá a juicio en el fuero federal por presunto lavado de activo, al ser titular de tres automóviles y tres motocicletas que, para los fiscales del caso, no puede justificar con sus ingresos.