En diálogo con CLG Radio, el concejal apuntó contra el gobierno nacional por la distribución de recursos en seguridad: "Hay una brecha enorme con Buenos Aires"
En este 2020, Rosario no sólo ha tenido que enfrentar una pandemia que actualmente está saturando al sistema sanitario, sino también una gran ola de violencia e inseguridad. En lo que va del año ya se contabilizan más de 150 homicidios y las balaceras son moneda corriente todos los días. En ese contexto, CLG Radio dialogó con el vicepresidente del Concejo, Roy López Molina, quien analizó la situación que atraviesa la ciudad en materia de seguridad y opinó sobre la distribución de coparticipación. «La violencia del Conurbano no es más importante que la de Rosario», criticó el edil al hablar sobre la llegada de fuerzas federales a la ciudad, que consideró escasa.
En primer lugar, el concejal de Juntos por el Cambio se refirió a la deuda histórica de coparticipación por parte de Nación para la provincia de Santa Fe y la falta de federalismo existente en Argentina: «No es un tema de coyuntura, no es un tema de respuesta ante la pandemia. Es un problema histórico, y cuando digo histórico no es simplemente una metáfora, está en las entrañas de la conformación del país desde la discusión entre unitarios y federales, que evidentemente no se resolvió».
«Es uno de los grandes acuerdos que Argentina tiene que lograr, es una cuestión de incentivos. Cuando uno mira la conformación de la base popular que tienen los determinados gobiernos evidentemente va a notar que hay un incentivo muy fuerte a sostener con recursos y políticas públicas donde está el mayor caudal de votos, y eso es inevitable que no opere en la cabeza del funcionario o el gobernante. No lo digo como una virtud ni un defecto, sino como una descripción», agregó en declaraciones al programa que se emite por LT3.
En ese sentido, López Molina llamó a tomar medidas para generar un mayor federalismo: «Tenemos que trabajar en pensar cómo, desde el instrumento constitucional o los instrumentos legales, logramos contrarrestar esos incentivos en contra que tiene un gobernante a la hora de disponer recursos para el interior del país. Con esto traigo a colación la postergadísima discusión por una ley de coparticipación federal, que está en la Constitución la cual obligaba con un plazo concreto para que todas las jurisdicciones provinciales se sienten con el gobierno nacional a definir un nuevo reparto. Esa tentación a sostener con recursos a donde está el mayor asiento popular es enorme, por eso tenemos que trabajar en incentivos contrarios».
El concejal vinculó entonces la inequitativa distribución de recursos para el interior del país con la situación de violencia que atraviesa la ciudad. Sobre la reciente llegada de fuerzas federales, opinó: «Frente a la situación de enorme violencia e inseguridad aquí en Rosario cualquier ayuda es un paso adelante, no la vamos a rechazar. Ahora, cuando uno compara lo que recibió el Conurbano Bonaerense y lo que hoy está recibiendo la provincia de Santa Fe, en particular Rosario, te das cuenta que hay una brecha enorme».
«El Conurbano recibió 38.000 millones de pesos para patrulleros, alarmas, agentes, tecnología y 4.000 gendarmes. Rosario sólo recibió 40 federales, 60 patrulleros y algunas motos. Uno cae en la tendencia de pensar que lo que no nos dieron en cantidad lo quieren reemplazar en la política como espectáculo. Acá se necesitan políticas de seguridad profundas y sostenidas. La violencia y la inseguridad del Conurbano no es más importante que la que está atravesando Rosario», aseveró.
Con respecto a ciertas alternativas presentadas por el ministro de Seguridad de Santa Fe, Marcelo Sain, señaló: «Es un trabajo de conjunto el que hay que llevar adelante, una cosa no funciona sin la otra. Es muy difícil pensar que hoy en zonas calientes de Rosario podes tener oficinas para recibir reclamos vinculados a la Justicia si vos no le das protección a ese lugar, ¿a qué empleado público vas a mandar a un lugar donde su vida corre riesgo todo el tiempo? No alcanza sólo con ocupar el territorio con policías, porque luego te queda la tarea a mediano y largo plazo que tiene que ver con reducir la fragmentación urbana. El problema es que la acción del Estado se queda sólo en la policía».
En ese sentido, el concejal llamó a retomar programas previos: «Tomo un buen ejemplo que es necesario retomar que fue el programa Barrios Seguros, el cual proponía distintas acciones de distintos niveles del Estado en un determinado lugar. El ejemplo claro fue el barrio Grandoli, un barrio muy complicado en términos de violencia e inseguridad donde llegaron las fuerzas federales, pacificaron, hicieron allanamientos. Luego apareció la Provincia, que recepcionó a través de centros territoriales de denuncias los reclamos que se hacían en el barrio. Luego apareció la Municipalidad recuperando espacios verdes, tirando abajo edificaciones ilegales que se habían hecho en espacios públicos. Ahora, nadie puede negar que cuando uno convive con balaceras y homicidios todos los días, evidentemente hay un reclamo de presencia policial, y después viene todo lo otro».
Además, López Molina cuestionó la gestión en seguridad tanto del gobierno actual como el del anterior: «Estamos atravesados con una matriz de narcocriminalidad donde ninguna política pública ha podido mostrar éxitos. A veces si uno toma determinadas estadísticas de determinados meses puede decir que hay un pico. Ahora, cuando uno compara interanualmente, donde ya involucra a dos gobiernos de distinto color político, se va a dar cuenta que los números siempre se mantienen altos».
«Nadie en Santa Fe puede mostrar éxitos en su política de seguridad. Esto de caer en una pelea donde dos sectores políticos se tiran con muertos a ver quién tiene menos me parece nefasto. Estamos así porque hubo doce años de una política equivocada en materia de seguridad. La matriz de narcocriminalidad que tiene Rosario y el involucramiento de la fuerza policial con el delito no es un fenómeno que ocurra por ejemplo en Córdoba o Mendoza», concluyó.