Tras conocerse un informe que alertó la gran cantidad de negocios sin ocupar que hay en la ciudad, CLG dialogó con dos referentes del área para hacer un análisis más exhaustivo de la problemática
Un informe elaborado conjuntamente entre la Universidad Nacional de Rosario (UNR), la Municipalidad y el Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario alertó sobre la gran cantidad de locales comerciales que se encuentran vacíos en la ciudad, producto de la crisis económica que se agravó con la pandemia de coronavirus. En este marco, CLG dialogó con dos referentes del área para analizar el estudio y trazar proyecciones sobre cómo salir de la problemática.
El relevamiento conocido este martes dio como resultado que, para diciembre del año pasado, el 12,9% del total de locales comerciales permanecían vacíos o desocupados en Rosario, lo que representa 1.145 negocios. En el área céntrica, la tasa alcanza el 13,4% de locales vacíos (un total de 970 comercios), mientras que en los centros barriales se ubica en el 10,5% (145 comercios).
Andrés Gariboldi, presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario y titular de Dunod Propiedades, mencionó los factores que llevaron a esta dramática situación: «El problema empezó en el 2019, ya que fue un año muy difícil desde el punto de vista comercial, con muchas devaluaciones y elecciones, y luego el broche final fue la pandemia».
En este sentido, hizo hincapié en el paro de colectivos, que se extendió por más de 90 días: «La gente no tenía medios para trasladarse al centro, sumado a que las personas se movilizaban menos y compraban en los negocios de cercanía, además de que no iban a las oficinas. Este coctel terminó generando el índice de desocupación que vemos», sentenció.
De todos modos, Gariboldi se mostró optimista de que el panorama comience a mejorar: «El municipio ha encarado una reforma del transporte importantísima para encontrar una solución definitiva y no volver a los paros, además está trabajando desde el área de planeamiento para que se pueda construir más alto en ciertas áreas, lo que repercutiría de forma favorable al tener mayor densidad poblacional dentro del centro, y la provincia ha puesto una eximición del impuesto a los sellos para la parte comercial que también ayuda».
Por su parte, Nire Roldán, referente de la Concejalía Popular de Rosario, expresó: «Estamos muy preocupados por la gran cantidad de locales comerciales que están cerrados en toda la ciudad. El promedio era de entre 800 y 1.000 comercios sin ocupar, pero esa cifra se duplicó o triplicó cuando todavía no había llegado la pandemia, y ahora se aceleró todo, nosotros contabilizamos alrededor de 7.000 locales comerciales sin abrir».
«La ciudad está atravesando una crisis muy importante de locales comerciales, y para resolverlo hay que hacer política pública destinada a lograr acuerdos entre los inquilinos y los propietarios», sostuvo Roldán, y dijo que para evitar que los locales sigan cerrando se deben discutir los impuestos o bajar el precio de los alquileres.
«En Empalme Graneros o Echesortu se han logrado acuerdos de este tipo, pero el problema está en el centro y en el macrocentro, donde el apoyo de la provincia o el municipio es tardío», lamentó, y concluyó al afirmar que «para recuperar la actividad económica hay que hacer un trabajo articulado entre todos los niveles del Estado».
