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Llevó 2 navajas a la escuela y atacó a un compañero


Un alumno de 15 años atacó con una navaja a un compañero de 13 que logró esquivar el puntazo y no resultó herido en un colegio de la localidad bonaerense de Ezpeleta. 

El hecho ocurrió en la secundaria Santa Teresita del Niño Jesús, ubicada en la calle Sobral al 200 de Ezpeleta, al sudoeste del partido de Quilmes. 

El alumno de 15 años llevó dos navajas al colegio y, durante un recreo, atacó a un compañero de 13, hecho por el cual recibió como castigo tres días de suspensión de clases y un trabajo práctico, una sanción que generó polémica entre los padres y el repudio de la familia del chico agredido. 

El padre del estudiante atacado, detalló al Diario Popular lo ocurrido en el patio de la escuela: «Mi hijo estaba con un compañero cuando se le acercó este muchacho y le dijo ‘te tengo pillo’, con clara intención de acosarlo. Pero él se hizo respetar y no dejó que lo molestara». 

«Entonces, el otro chico, con el puño cerrado, hizo un movimiento como para golpearlo el abdomen, pero mi hijo se tiró para atrás y lo esquivó. El compañero que estaba con él observó que en esa mano tenía una navaja. En cambio, mi hijo sólo alcanzó a ver que era algo plateado y brillante», agregó. 

Hasta ese momento era una suposición. No estaba claro con qué elemento lo intentado lastimar. Entonces, el alumno le contó a su padre y juntos, ese mismo día, denunciaron lo sucedido ante el equipo directivo del colegio. 

Como los docentes no pueden revisar a los estudiantes, convocaron a los padres del adolescente conflictivo, quienes efectivamente constataron que tenía dos armas blancas, una de ellas automática. 

«Le tiró un puntazo y sólo le dieron tres días de suspensión. 

En la escuela dicen que no lo pueden expulsar, porque hay una ley que establece la secundaria obligatoria e inclusiva, de modo que si le daban otra sanción iban a cortar su derecho a estudiar», expresó el padre. 

«Este chico ya había lastimado a otros compañeros, lo averiguamos. Esta situación genera en nuestra familia incertidumbre y miedo. El colegio tomó algunas medidas de control a este chico, pero no nos quedamos tranquilos», concluyó.