El fin de la cuarentena y el comienzo del "distanciamiento social" impone la necesidad de establecer nuevos paradigmas de convivencia
Editorial CLG
Tras casi 80 días de encierro y angustia, el presidente Alberto Fernández anunció este jueves la salida de la cuarentena para gran parte del país y el comienzo de una nueva etapa: la del «distanciamiento social». Un tiempo de responsabilidad colectiva que exige cambios de hábitos e impone un nuevo paradigma de convivencia entre los seres humanos. Porque se quiera o no, Argentina y el mundo no volverán a ser iguales.
No es fácil cambiar algunos comportamientos, pero hay que hacerlo si no queremos volver para atrás. Es hora de respetar los protocolos establecidos por el estado, de ser solidarios y responsables. Sin enloquecer ni entrar en desesperación. Haciendo lo que hay que hacer. Y enseñando a los demás el camino del respeto por la vida. Cada uno puede, desde su lugar, ser una influencia positiva para la familia, amigos y colegas. También los medios de comunicación a la hora de informar, por lo menos, así lo entendemos desde CLG.
Y esto no tiene que ver con la solidaridad que tanto promovemos desde este portal, sino con los valores que compartimos como sociedad. La responsabilidad social no es una materia teórica, hipotética o imaginaria, se aprende ejerciéndola y esa práctica debe traducirse en “ponerse en los zapatos del otro”.
Llegó el momento de dar una respuesta de la ciudadanía unida, tenemos que entender que en esta pandemia todos tenemos un papel que cumplir, desde los gobernantes, las organizaciones, la universidad y la familia. Eso nos permitirá crecer y afrontar el “día después” desde otra perspectiva, entendiendo la responsabilidad social como algo necesario e imprescindible que debe tener continuidad, más allá de un virus.