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Llega el Año Nuevo judío: «Ojalá podamos entre todos crear una sociedad mejor»


Los judíos están en la puerta de un nuevo año en un contexto singular por el coronavirus. CLG dialogó con Pablo Iugt, rabino de la Kehilá Rosario

Este viernes cuando el reloj marque las 19.38, la comunidad judía celebrará la llegada de un nuevo año, el 5781 según su calendario. Esta fecha es tomada por el judaísmo rabínico y nombrada como Rosh Hashaná, ya que se conmemora el día que Dios creó al hombre y la mujer. Esta festividad comienza este viernes y la comunidad la enuncia como «Shana Tová», que significa «buen año», y finaliza el domingo a las 20.40.

Entre sus tradiciones, el año nuevo cuenta con el toque matutino del Shofar, un cuerno de carnero utilizado como instrumento de viento. Y es interpretado por los maestros del Talmud como un despertador del alma que incentiva al arrepentimiento por los errores cometidos durante el año y motiva a solicitar el perdón. Es un día de oración, un momento para pedirle a Dios un año de paz, prosperidad y bendición. Pero también es un día de felicidad y festejo, ya que se proclama a Dios como al Rey de los dioses.

Durante esta fiesta muchas comunidades judías comen una variedad de alimentos simbólicos en una comida especial para familiares y amigos. Estos pueden incluir: manzanas, frijol negro de ojos, calabaza, miel, puerros, espinacas; y lengua u otra carne de la cabeza de un animal.

El 5781 comienza con Rosh Hashaná los primeros tres días y sigue con Yom Kippur, día del perdón, que este año llega el domingo 27 de septiembre.

CLG dialogó con Pablo Iugt, rabino de la Asociación Israelita de Beneficencia – Kehilá Rosario, una de las comunidades judías de la ciudad, que analizó el año transcurrido y la nueva etapa que llega para la comunidad judía desde este viernes.

«Para este nuevo año tenemos la oportunidad de renovarnos y recrearnos», comenzó el religioso y apuntó a «presentar nuestra mejor versión» para «completar simbólicamente la agenda del 5781» con «los mejores noticias, deseos, salud, paz y encuentro».

Y en este sentido auguró un nuevo año «donde podamos entre todos construir una sociedad mejor para nosotros, nuestros hijos y nietos».

El rabino contó que todos los servicios religiosos que comúnmente se realizan en la Sinagoga de Paraguay 1152, serán trasmitidos por el Facebook de la Kehilá Rosario. A partir de esto, invitó a todas las comunidades del Litoral argentino a participar de la celebración.

En relación al año que llega, Iugt se esperanzó con que Dios «pueda iluminar» para sea un año con «mucha salud» y que se encuentre la cura para el coronavirus. Además planteó que la comunidad judía pueda «continuar fortaleciendo lazos y dialogando». También se refirió a los atentados contra la naturaleza, instó a «aprender a cuidar nuestro planeta» y mencionó la situación que sufre Rosario con la quema en las islas del Delta del Paraná: «Nos vimos afectados como ciudad en la quema de los humedales. Es un mensaje para aprender a cuidar nuestra casa en común, que es el planeta, y que podamos tomar conciencia de que las acciones de uno pueden comprometer a otro».

El 5871 también llega con buenas noticias para el pueblo judío de Medio Oriente debido a los acuerdos diplomáticos con países de esta región que hasta estas fechas no reconocían al Estado de Israel como tal. «Son brisas hermosas, son muy buenas noticias, estos vientos de paz nos hacen bien como humanidad y ojalá se puedan seguir sumando acuerdos de paz y podamos seguir conviviendo los unos con los otros», remarcó Pablo Iugt.

PIEDRA i+d
La bella sinagoga de calle Paraguay en Rosario

En cuanto al período 5870, que está llegando a su fin, lo definió como un año «singular» porque se vieron obligados a cerrar las puertas de la institución y adaptarse mediante nuevos métodos para poder conectarse con cada hogar de la comunidad judía de Rosario. «Por medio de la tecnología hemos entrado a la casa de cada familia y aprendimos a dar clases, a escucharnos, a rezar de otro modo. Pero lo hicimos, logramos mantener nuestra tradición y no tengo dudas que sumamos a nuestra vida judía», aseguró quien está a cargo del templo rosarino desde hace cuatro años.

Los objetivos de la Kehilá, en representación de los judíos de Rosario, para este 5781 están relacionados con «mantener la vida judía para mantener la vigencia de cada una de nuestras actividades», explicó el religioso y enumeró distintas instituciones como los Ciclos de Vida Judío o la Escuela Jaim Najman Bialik, pegada al templo.