Un enorme número de gente se acercó desde las primeras horas del día para despedir al 10. Con lágrimas, aplausos y banderas, los argentinos entrarán a verlo durante todo el jueves
26 de noviembre de 2020. El día después del día que nadie quería que llegará. Todavía no caemos. Todavía no aceptamos. E incluso el dolor se hace más profundo con el correr de las horas. Pero pasó: Diego Armando Maradona dejó este mundo. A los 60 años, y después de haber cambiado para siempre la historia de este país, falleció ayer al mediodía de un paro cardíaco. Hoy, las puertas de la Casa Rosada se abrieron para despedirlo. Quién sabe cuándo terminará el duelo de cada argentino, hasta cuándo lo lloraremos. Porque como dijo alguna vez el «Indio» Solari, «el dolor más puro es el de haber sido tan feliz». Y ese es el sentimiento que se respira en el último adiós al mejor jugador de todos los tiempos.
Pasadas las seis de la mañana se abrieron las puertas de la Casa de Gobierno para el público en general. Por decisión de la familia el velorio es a cajón cerrado y se extenderá por 10 horas.
Luego de algunos incidentes y empujones con la Policía, comenzaron a ingresar de a grupos. Una vez dentro, las personas pasan frente al féretro y luego salen por otra puerta.
Lagrimas, llantos descontrolados, cantitos de cancha, algunos hasta envueltos en banderas de Argentina. La cantidad de gente es inmensa para despedir al jugador más grande de la historia del fútbol.
Mayores, niños. Todos quieren despedirlo. Cada tanto se escuchan aplausos que terminan en cánticos. Otros incluso pasan y le arrojan flores, rosarios, camisetas (de todos los clubes) como ofrenda. Incluso se vieron a muchos rosarinos en el lugar, con camisetas de Newell’s y Rosario Central.
En las primeras horas de la madrugada ya una multitud hacía fila para ingresar al salón donde descansa el ídolo mundial. Poco antes de las 7 de la mañana, la cantidad de gente era incontable. La fila llegaba hasta la Avenida 9 de Julio.
Pasada la medianoche Claudia Villafañe, Dalma y Giannina Maradona llegaron a Casa Rosada para aguardar la llegada del cuerpo del ídolo mundial. Aún siguen ahí. Se sumó su otra hija, Jana Maradona, Veronica Ojeda y su hijo Dieguito Fernando para la despedida íntima del entorno del 10. Participaron miembros del equipo campeón de México 86: Oscar Ruggeri, Sergio Batista, Julio “Vasco” Olarticoechea, Jorge Burruchaga, Ricardo Giusti, Carlos Tapia y Oscar Garré; ex jugadores y actuales de Boca Juniors: Carlos Tévez, Rolando Schiavi, Martín Palermo y Ramón Ábila. También Javier Mascherano, Guillermo Coppola y el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Claudio “Chiqui” Tapia.
La dificultad que tiene esta ceremonia fúnebre es la exigencia del distanciamiento social, considerando que esperan la llegada de al menos un millón de personas.
Personal de la Casa Rosada está dedicado a pedir la distancia de protocolo en las filas una vez adentro. Afuera, el personal de seguridad está dedicado a esa tarea, aunque con menos exigencia, ya que están al aire libre.
El operativo entre la Policía de la Ciudad y la Federal incluye 1500 efectivos y un vallado desde la 9 de Julio hasta la Casa de Gobierno. Además, se acreditaron 840 periodistas del país y el mundo para la cobertura.
Se espera que el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, pase a dar el pésame en algún momento del día, como así también el presidente Alberto Fernández, que ayer decretó tres días de duelo nacional y se puso a disposición de la familia.
Si bien Presidencia informó que el velorio durará hasta las 16 de este jueves, anoche se especuló con la posibilidad de que dure más días.
Los restos de Diego Maradona serían inhumados en un cementerio privado en Bella Vista, donde yacen además los restos de sus padres, don Diego Maradona y Dalma Salvadora “Tota” Franco.