El gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, pidió hoy que se implemente la boleta única en papel para los comicios de octubre y consideró que, además de ser «perfectamente viable» a cinco meses de las elecciones nacionales, se trata del sistema «más seguro, transparente y confiable».
Lifschitz participó de un encuentro esta semana con especialistas en procesos electorales de organizaciones no gubernamentales, quienes analizaron los sistemas de votación con boleta única en papel -que Santa Fe y Córdoba implementaron desde el 2011- y cuestionaron los proyectos a favor del voto electrónico (o llamada boleta única electrónica).
«Poner en práctica la boleta única en papel sería un avance extraordinario en materia de calidad democrática en Argentina y de transparencia en los procesos electorales», declaró Lifschitz en la reunión realizada en la Casa de Santa Fe.
Junto al gobernador estuvieron María Page, investigadora asociada de Instituciones Políticas del Cippec; Beatriz Busaniche, académica y presidenta de la Fundación Vía Libre; Pablo Secchi, director ejecutivo de Poder Ciudadano; Javier Smaldone, especialista en informática; y los funcionarios santafesinos Oscar Blando, director de Reforma Política y Constitucional, e Ignacio Tabares, secretario de Tecnologías para la Gestión.
Todos los especialistas coincidieron con que el voto electrónico «es un sistema inseguro porque es difícil de auditar» y «agrede al sistema democrático» porque «no garantiza confianza pública».
«Hay que poner este debate en la agenda nacional; la boleta única digital, o voto electrónico, es un sistema muy cuestionado en el mundo y fue abandonado por todos los países de Europa que lo habían implementado», reflexionó Lifschitz.
La boleta electrónica se utiliza actualmente en Salta y tuvo un primer debut en la ciudad de Buenos Aires en el 2015. En Córdoba fue aprobada por ley, pero sólo se implementó en las ciudades de Marcos Juárez y La Falda.