El ex gobernador y actual presidente de la Cámara de Diputados habló con CLG Radio tras la aprobación de la ley de Necesidad Pública. Según dijo, la norma "va a comprometer el futuro de la provincia"
Después de la aprobación de la ley de Necesidad Pública con la abstención de los legisladores del Frente Progresista, más el visto bueno por el fondo de 15.000 millones de pesos para afrontar el coronavirus y la reducción de un 50% del salario de los diputados provinciales, el ex gobernador y actual presidente de la Cámara de Diputados, Miguel Lifschitz, volvió a hacer declaraciones públicas tras un largo silencio que comenzó cuando dejó la Casa Gris, el 10 de diciembre pasado. El líder de la actual oposición santafesina habló este miércoles con CLG Radio y aseguró que la norma sancionada «va a comprometer el futuro de la provincia».
«Parece que nada se podía hacer en esta provincia si no se aprobaba la ley», dijo Lifschitz con un tono suspicaz, y deseó que «a partir de hoy todo lo que no se podía concretar se comience a hacer». Quien también fue intendente de Rosario explicó que la Legislatura santafesina está integrada por 50 miembros y dado que el presidente «ni siquiera vota» los que deciden son cada uno de los integrantes. En este sentido, pronunció: «La votación fue muy clara: solamente doce integrantes levantaron su mano para aprobar esta ley, mientras que 31 legisladores se abstuvieron».
«Había una mayoría importante, no sólo del Frente Progresista sino también de otros partidos, que no estaba de acuerdo con la ley y tenía diferencias importantes», indicó Lifschitz, y continuó: «Finalmente dimos la opción para que saliera a pesar de que podríamos haberlo evitado. Creímos que en el momento tan dramático que estamos viviendo lo más correcto tenía que ceder frente a lo más urgente y necesario, que es que el gobierno no tenga ninguna excusa para poder asumir plenamente el liderazgo, porque todos los santafesinos necesitamos que se ponga al frente y lidere los problemas que van a ser muchos más graves en las próximas semanas».
El ex gobernador señaló que la actual gestión no sólo tendrá que afrontar una hipotética crisis sanitaria sino también las consecuencias sociales y económicas que traerá la pandemia: «El presente va a requerir un gobierno con mucha decisión política para postergar impuestos, congelar tarifas, dar subsidios, ayudas alimentarias, planes para pequeños comerciantes y empresarios, entre otras cosas. Es una responsabilidad que le cabe a quien tiene hoy esa tarea, que es el gobernador Perotti».
Remarcó además que la ley de Necesidad Pública «no tiene nada que ver con la pandemia del coronavirus», ya que «en ningún artículo la menciona». Y al ser consultado por los motivos que hicieron tan conflictiva y extensiva en el tiempo la discusión de la norma, argumentó que «no se trata de una pelea de vanidades ni posicionamientos políticos, sino de que cada uno hace valer su mirada. Creemos que es una mala ley, lo sigo diciendo hoy. Va a comprometer el futuro de la provincia al endeudarnos por muchos años y otorga facultades extraordinarias que un gobierno democrático no debiera tener». De todas maneras, reconoció que la proliferación del coronavirus «hizo modificar nuestra actitud porque reconocemos que hay un escenario distinto».
Al hablar de actitudes políticas, el presidente de la Cámara de Diputados diferenció la postura de Alberto Fernández con la de Omar Perotti: «El presidente mostró generosidad y convocatoria permanente hacia la oposición, mientras que no ha sido así la actitud del gobierno de Santa Fe por lo menos hasta ahora, a pesar de que la semana pasada nos convocaron para conformar un comité de emergencia, en el primer gesto de acercamiento hacia la oposición». «Ojalá que a partir de ahora esto cambie y demos vuelta la página para trabajar en conjunto en un momento que no admite otra posibilidad», esbozó el dirigente socialista.
Por otra parte, se refirió al estado de su relación con el intendente de Rosario, Pablo Javkin, después de algunos cruces en el último tiempo en relación a diferentes temas, que incluso se pudieron ver en las redes sociales. «Siempre hemos tenido una relación personal muy buena, pero el Frente Progresista es un frente plural, integrado por ocho partidos, y si bien siempre privilegiamos las cosas que nos unen, las diferencias existen, incluso con Pablo muchas veces hemos competido en lugares distintos dentro del Frente, lo que no altera las coincidencias que tenemos y los vínculos políticos y personales», expresó Lifschitz, aunque sostuvo que «hay que ser cuidadosos en estos tiempos de crisis en las declaraciones públicas para ayudar a formar un camino de concordia, equilibrio y armonía».
En su análisis de la coyuntura actual, el ingeniero no esquivó el debate que surgió en la ciudadanía en relación a los sueldos de los políticos. Sobre esto, manifestó: «Es bastante común en la Argentina que frente a cualquier situación de crisis surjan voces contra la política, como ocurrió en 2001, a veces interesadas y en otros casos de ciudadanos independiente que consideran que los dirigentes políticos no hacen el esfuerzo suficiente. El momento tan crítico que estamos atravesando, y sin hacer antipolítica, requiere que todos los que pueden, ya sea desde la política como desde el sector privado, tengan algún gesto de solidaridad con un sector de la población que la está pasando muy mal».