"¡Al fin libres del nazismo!", el mundo celebró el final del conflicto bélico que apañó al mundo entre 1939 y 1945
Con actos escuetos debido a la pandemia, líderes del mundo conmemoraron el aniversario Nº 75 del fin de la Segunda Guerra Mundial. Un marcado contraste con las celebraciones que se pueden ver año a año en esta fecha histórica. Alemania, Francia, Reino Unido y los Estados Unidos se hicieron eco de la rendición nazi 1945.
En Alemania, donde no hubo los tradicionales actos masivos en la Puerta de Brandeburgo, los cinco máximos representantes del Estado, el presidente Frank-Walter Steinmeier, la canciller Angela Merkel, los líderes de ambas cámaras del Parlamento y el titular Tribunal Constitucional, depositaron una ofrenda en el monumento erigido en memoria de las víctimas de la guerra.
«Habíamos invitado a miles de niños que antes hubieran sido tratados en Alemania como enemigos y que ahora son nuestros amigos. Ese era el plan y lamentablemente no ha podido ser», afirmó Steinmeier, aludiendo a las consecuencias del brote en la celebración en Berlín.
En Francia, en tanto, la ceremonia se limitó a lo esencial y aunque las celebraciones siguieron el protocolo de todos los años, el París soleado de hoy -aún en confinamiento- mostró las aceras de los Campos Elíseos vacías.
Ninguna autoridad llevaba barbijo bajo el Arco de Triunfo, donde el presidente Emmanuel Macron depositó una ofrenda floral acompañado de su primer ministro, Edouard Philippe, y otros miembros del gobierno.
No hubo discursos y apenas un despliegue mínimo, y la ceremonia transcurrió sin pasar revista a las tropas, sin invitados, sin tribuna de prensa, informó la agencia de noticias EFE.
El coronavirus impidió que este aniversario redondo, los 75 años de la derrota del nazismo, se celebrara con la pompa prevista y también abortó el viaje que Macron tenía previsto hacer a Moscú, donde la victoria aliada se celebra un día después y el brote impidió asimismo al presidente Vladimir Putin organizar un vistoso desfile.
La alerta sanitaria obligó a aplazar el desfile militar en la plaza Roja, en la capital rusa, al que habían sido invitados dignatarios extranjeros, aunque se mantuvo la parte aérea.
En un charla ayer entre Macron y Putin, el presidente francés dijo que la pandemia «hace que la construcción de la paz y la estabilidad en el continente y en el resto del mundo sea más necesaria que nunca», según un comunicado.
En el Reino Unido, la reina Isabel II encabezará las celebraciones, con un discurso televisivo que culminará una jornada de festejos organizados en confinamiento por la pandemia del coronavirus.
La soberana, que el mes pasado cumplió 94 años, se dirigirá a la nación en un discurso pregrabado desde el castillo de Windsor que será emitido por la cadena pública BBC a las 20.00 GMT (las 17 en Argentina), la misma hora del mismo día en que lo hizo su padre, el rey Jorge VI, en 1945.
El presidente estadounidense, Donald Trump, hará hoy una ofrenda de flores en Washington en el memorial de la Segunda Guerra Mundial.
En relación al aniversario, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, dijo hoy que la pandemia desencadenó un «tsunami de odio y xenofobia» e hizo un llamado al mundo para detener esta situación.
«Debemos actuar ahora para fortalecer la inmunidad de nuestras sociedades contra el virus del odio. Por ello, hoy pido que no se escatimen esfuerzos para erradicar el discurso del odio en todo el mundo», dijo Guterres.
Cómo se gestó el Día de la Victoria
La Alemania nazi capituló incondicionalmente hace 75 años, el 8 de mayo de 1945, durante el llamado «Día de la Victoria» en Europa, cuando el mariscal alemán Wilhelm Keitel firmó la rendición incondicional en Berlín ante el mariscal soviético Gueorgui Zhukov, tras seis años de guerra que causaron más de 40 millones de muertos.
Un día antes, el 7 de mayo, las fuerzas nazis se habían rendido en Reims, en el noreste de Francia, ante el general estadounidense Dwight D. Eisenhower, comandante supremo de las fuerzas aliadas en Europa. Los delirios políticos de Adolf Hitler, que se suicidó junto a su esposa Eva Braun en el búnker de la Cancillería alemana, el 30 de abril de aquel año, provocaron el exterminio de 6 millones de judíos y millones de otras razas a las que los nazis consideraban inferiores.
En realidad, los alemanes ya se habían rendido al Ejército Rojo de la entonces Unión Soviética el 2 de mayo de 1945, después del suicidio de Hitler en el refugio subterráneo.
Sin embargo, el primer documento de capitulación fue firmado en Reims por el general alemán Gustav Jodl, bien temprano a la mañana en una escuela de esa ciudad de este de Francia. También suscribieron el documento el general estadounidense Bedell Smith, el general ruso Ivan Susloparvov y el general francés Francois Sevez.
Jodl dijo que las fuerzas alemanas, «para bien o para mal, se habían entregado en manos de los vencedores», según informes de la BBC. Aparentemente, el general Eisenhower trató de demorar los detalles de la rendición para realizar un anuncio en simultáneo con Londres, Washington y Moscú.
La capitulación incondicional se firmó en la noche del 8 al 9 de mayo en un antiguo casino militar en Karlshorst, en el este de Berlín, hoy convertido en museo.
La fecha fue declarada feriado nacional para conmemorar el «Día de la Victoria en Europa» y el fin de la Segunda Guerra en el Viejo Continente, salvo en Rusia (por la diferencia horaria) donde se celebra cada 9 de mayo como el fin de la Gran Guerra Patria. La Segunda Guerra Mundial finalizaría meses después de la capitulación de la Alemania nazi con la rendición del Imperio de Japón, el 2 de septiembre de 1945, tras arrojar Estados Unidos sendas bombas atómicas en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, el 6 y el 9 de agosto de ese año, respectivamente.
Algunos historiadores consideran a este conflicto como el más largo y más sangriento de la historia, ya que causó entre 40 y 50 millones de muertos, según la Enciclopedia Británica.