Dos cóndores andinos fueron liberados en la Cuesta de Lipán, en la Quebrada de Humahuaca, tras haber padecido un grave cuadro de intoxicación hace más de un año. Yachay y Munay, cuyos nombres significan Sabiduría y Amor en quechua, son dos ejemplares hembras adultas de Vultur gryphus que fueron rescatados el 22 de mayo de 2018, cuando integrantes de la Secretaría de Biodiversidad de Jujuy advirtieron la presencia de las aves que «no podían volar, mostrando un cuadro grave de intoxicación», recordó el Programa Conservación Cóndor Andino (PCCA).
Ambas aves estaban en los parajes de La Ciénaga y Quisquiri, a pocos kilómetros de la localidad de Purmamarca: desde allí fueron rescatadas y trasladadas al Centro de Atención de la Fauna Autóctona de Jujuy (CAFAJu) en donde les brindaron los primeros auxilios.
Luego, fueron derivadas al Ecoparque de la Ciudad de Buenos Aires, lugar en el que se llevó a cabo su recuperación a lo largo de poco más de un año.
De esta manera, y acompañadas por una ceremonia de comunidades originarias, Yachay y Munay volverán a volar por los cielos norteños.
El envenenamiento de cóndores es una lamentable constante, debido al uso de un potente veneno en los animales de pastoreo que son utilizados como «cebo» para matar a los predadores, como el puma.
Al tratarse de una penosa práctica común en la zona andina, los cóndores también perecen por el hecho de ser animales carroñeros, que cumplen un importantísimo rol en el sistema ecológico.
Por ello, tres ejemplares de este ave fueron hallados sin vida a mediados de mayo en Mendoza, así como en esa provincia también se había registrado el triste caso de 34 cóndores andinos, así como un puma, cabras y ovejas muertos por envenenamiento en enero de 2018.
El Vultur gryphus es un ave emblemática, una especie clave en el equilibrio del ecosistema andino y un eslabón simbólico con el pasado cultural sudamericano.