Fuentes de presidencia de la Cámara baja admitieron que producto de la dilación de los acuerdos, el plenario de las comisiones que estaba previsto para el miércoles se pasará para este jueves
Mientras fuera del Congreso nacional se desarrollaba una marcha histórica en defensa del financiamiento a las universidades públicas nacionales, el despacho del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, fue sede de un incesante trajinar de legisladores que entraban y salían en medio de negociaciones febriles en torno a los artículos de la ley ómnibus que todavía generan resquemores en la oposición dialoguista.
El lunes, el oficialismo derramaba optimismo respecto del avance de los acuerdos y aventuraba que el miércoles iba a convocarse a un plenario de comisiones para dictaminar.
La expresión de deseo estaba lejos de ser una realidad: este mediodía se retomaron las conversaciones y si bien el Poder Ejecutivo hizo algunas concesiones, persistían las diferencias.
Fuentes de presidencia de la Cámara baja admitieron que producto de la dilación de los acuerdos, el plenario de las comisiones que estaba previsto para el miércoles se pasará para el jueves.
A confesión de parte, relevo de pruebas: las negociaciones se enmarañaron y no plasmaron la agilidad que esperaba el oficialismo. De todos modos, hubo avances significativos.
«Seguimos apuntando a sesionar el 29 y el 30 de abril», aclararon las fuentes consultadas en diálogo con Noticias Argentinas, pese a los contratiempos.
Según trascendió, la idea es que luego de la votación en general, se realice la votación en particular por capítulos, y no por artículos.
Sin embargo, si persistieran las disidencias, se desglosará la votación por artículos.
No se votará por incisos porque la idea es evitar lo que sucedió en febrero pasado cuando la ley Bases sufrió recortes importantes y el Gobierno decidió hacer caer el dictamen.
«Vamos a intentar votar por capítulos, pero eso se acuerda en Labor Parlamentaria», señalaron desde el oficialismo.
La rosca en el despacho de Menem
En la oficina de Menem se instalaron durante un largo rato diputados de la UCR, Hacemos Coalición Federal, el PRO e Innovación Federal.
Por el Gobierno estuvieron el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, y la secretaria de Planeamiento Estratégico Normativo, María Ibarzábal Murphy.
Del radicalismo participaron Karina Banfi, Pamela Verasay, Soledad Carrizo, Lisandro Nieri y el ex diputado y asesor estrella del bloque Alejandro Cacace.
Por Hacemos Coalición Federal negociaron Nicolás Massot, Oscar Agost Carreño y se sumó esporádicamente (entrando y saliendo) el jefe de bloque, Miguel Pichetto.
En nombre del PRO participaron de las conversaciones Silvia Lospennato, Luciano Laspina y Germana Figueroa Casas, mientras que por Innovación Federal estuvo su jefa de bloque, Pamela Calletti.
Desde el oficialismo se mostraron esperanzados e indicaron que los puntos en conflicto «es un abanico que se va achicando».
Pese a que el texto del último borrador no termina de conformar, al menos los bloques dialoguistas lograron arrancarle al Gobierno algunas modificaciones adicionales a las que se conocieron el lunes.
Por ejemplo, en el artículo que autoriza al Poder Ejecutivo a disolver reparticiones del Estado, si así lo dispusiese, se agregó al INCAA dentro de los organismos que están a salvo de cualquier intento de eliminación.
En tanto, se conservan en el texto las facultades del Poder Ejecutivo para eliminar fondos fiduciarios pero en el caso del fideicomiso por zona fría se mantiene como programa y se financia con recursos del Tesoro.
También se acordó suprimir del proyecto el capítulo vinculado a la desregulación económica, mientras que quedó confirmado que la reforma laboral se trabajará dentro de la ley ómnibus, y se utilizará como base la propuesta del bloque de la UCR.
De hecho, la reforma laboral será tratada este miércoles a partir de las 9 hs en la comisión de Legislación del Trabajo que preside Martín Tetaz.
Uno de los puntos sobre los que no hubo aceptación del Gobierno es en relación al pedido de bajar el piso de 200 millones de dólares para acceder al nuevo «Régimen de Incentivos a las Nuevas Inversiones» (RIGI).
No obstante, se acordó que los beneficiarios del RIGI paguen dividendos. «Los primeros 7 años 7%, y luego 3.5%», detalló uno de los tomaron parte de las negociaciones, con una cuota de satisfacción.
En cuanto a la Ley de Medidas Fiscales, Paliativas y Relevantes, que se votará en la misma sesión que la Ley de Bases, desde el radicalismo resaltaron que el acuerdo quedó «bastante cerrado».
Uno de los puntos más álgidos tiene que ver con la reposición de la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias, renombrado como impuesto a los Ingresos Personales.
Si bien la pretensión original del Gobierno era que la actualización de los montos fuera anual, finalmente cedió a los reclamos de la oposición dialoguista y el ajuste será trimestral este año (en septiembre) y luego será semestral.
El Poder Ejecutivo se puso firme en su decisión de eliminar las moratorias jubilatorias, pero accedió al pedido de crear una Prestación Previsional Proporcional por aportes parciales (cuando no llegan a los 30 años de aportes).
En Hacemos Coalición Federal pidieron que antes de la venta de acciones del Fondo de Garantías de Sustentabilidad de ANSES se otorgue un aumento adicional del 8% para jubilados, que se sume al 12% que ya reconoció el Gobierno a través del DNU que modificó la movilidad previsional. La idea es llegar al 20% que había pedido la oposición que se corresponde con la inflación del mes de enero.
Desde el oficialismo explicaron que de introducirse esta modificación, será directamente en el recinto pero no será parte del dictamen.
En cuanto a los cambios al régimen del monotributo, se acordó que la actualización de los montos y escalas será semestral por IPC.