El conservador Sebastian Kurz, destituido hace cuatro meses por un escándalo de corrupción, volverá a ser canciller de Austria tras vencer claramente este domingo en las elecciones anticipadas, en las que su Partido Popular (OVP, en austríaco) ganó nueve bancas más que las que tenía y quedó en condiciones de elegir una nueva coalición para gobernar.
El OVP obtuvo 37,2% de los votos y 71 bancas, lo que representa 5,6 puntos porcentuales y nueve escaños más que los que reunió hace dos años, informó la agencia de noticias EFE.
De ese modo, Kurz podrá elegir ahora si repite la polémica coalición con el ultranacionalista Partido de la Libertad (FPO), rehabilita al antiguo acuerdo con el Partido Socialdemócrata (SPO) o gira radicalmente hacia el ecologista Los Verdes.
Hace dos años, Kurz forzó otras elecciones anticipadas tras tomar el control del partido y romper la alianza de gobierno con los socialdemócratas.
El gobierno de la coalición entre conservadores y ultranacionalistas duró 17 meses plagados de escándalos provocados por los ultras, casi todos ellos por declaraciones xenófobas o racistas, o por vínculos con sectores de ultraderecha o incluso neonazis. Esa situación detonó en mayo pasado con un caso de corrupción, la ruptura de la alianza y una moción de censura que destituyó a Kurz.
El caso comenzó con la difusión de un video, registrado dos años antes, en el que se ve al entonces jefe del FPO y vicecanciller, Heinz-Christian Strache, ofrecer favores políticos a una supuesta empresaria rusa a cambio de dinero.
Strache, que está siendo investigado por malversación, renunció y Kurz propuso al presidente Alexander van der Bellen que llamara a elecciones anticipadas, pero no pudo evitar que poco días después el parlamento le retirara la confianza. Caído Kurz, el gobierno quedó interinamente a cargo de la presidenta del Tribunal Constitucional, Brigitte Bierlein.
«En mayo fuimos destituidos y el pueblo nos volvió a elegir ahora», proclamó hoy el líder conservador, de 33 años, en su primer comentario sobre los resultados.
Kurz aseguró que no tenía palabras y se sentía impresionado porque el resultado fue mejor que lo que esperaba, pese a que todas las encuestas vaticinaban su victoria.
De manera inversamente proporcional, el FPO obtuvo solo 16% de los votos y perdió 21 de las 51 bancas que tenía, en una caída más pronunciada que la que pronosticaron los sondeos.
Si bien Kurz dijo tras los comicios que conversará con todos los partidos, incluso el FPO, el líder ultra, Norbert Hofer, admitió que los resultados fueron peores que lo esperado y subrayó: «Nos estamos preparando para la oposición».
El Partido Socialdemócrata (SPO), socio del OVP desde 1945 hasta hace dos años, se ubicó segundo en los comicios de hoy, con 21,8% de los votos y 41 bancas, pero ese fue el peor resultado electoral de sus historia.
Sin embargo, la mayoría de los analistas cree que es difícil que los antiguos aliados superen sus recientes diferencias y ve más probable que el OVP renueve su alianza con el FPO o intente una nueva con Los Verdes.
«Hay 50% y 50% de posibilidades de que haya una coalición entre OVP y FPO o entre OVP y Los Verdes», afirmó el fundador y analista del semanario Falter, Armin Thurnher. En tanto, Los Verdes alcanzaron 14% de los votos y 25 escaños, lo que les da suficiente margen para formar una mayoría junto al OVP.
No obstante, para pactar con Los Verdes, Kurz debería modificar sustantivamente sus políticas migratoria y climática, posibilidades sobre las que el líder de la agrupación ecologista, Werner Kogler, se manifestó escéptico.