CLG dialogó con Ricardo Terán, integrante del equipo de colaboradores que sostiene el proyecto, quien hizo un balance de estos 30 años de trabajo en un barrio que inicialmente era un basural y hoy no para de crecer
Por Sofía Dalonse – CLG
Se cumplieron tres décadas de trabajo educativo, social y espiritual de la obra que inició la hermana María Jordán en el barrio Empalme Graneros, la cual transformó profundamente la vida del vecindario desde su nacimiento en la década del 90. Su fallecimiento no limitó el alcance de esta misión que en la actualidad continúa creciendo gracias a la vocación de servicio de sus colaboradores.
Ricardo Terán es uno de ellos. Desde los comienzos del proyecto, el periodista se encuentra comprometido con la causa y mantiene vivo el espíritu de la hermana en sus palabras y acciones. En diálogo con CLG, realizó un balance del trabajo que vienen llevando a cabo y de los proyectos que siguen gestando.
«A 5 años de la partida de la hermana Jordán, para nosotros es un sueño cumplido poder celebrar 30 años sintiendo que verdaderamente es así y dando testimonio de la providencia, una cuestión de la que ella siempre nos hablaba».
En la misma línea, recordó la transformación de lo que fue un basural a un centro de educación y fraternidad. En este sentido, destacó que los hitos centrales de estas tres décadas fueron la recuperación del predio, la creación de los primeros espacios de apoyo escolar, la formación de talleres comunitarios, el crecimiento del jardín y la escuela primaria, y la apertura de espacios de espiritualidad que acompañaron a generaciones enteras.
«Este año tendremos los primeros egresados de 7° grado, los talleres de oficio siguen funcionando, así como el comedor Copa de Leche para todos los alumnos que desayunan y almuerzan en la escuela. También la parte deportiva, y en relación a esto quiero hacer un agradecimiento especial a Los Tigres que todos los sábados se hacen presente en el barrio y juegan con los chicos».

Según destacó, el espíritu fundacional, basado en la pedagogía de la ternura y la cercanía, se mantuvo intacto a lo largo de estos 30 años y hoy es reconocido como uno de los pilares que permitió resignificar la identidad del barrio, generar oportunidades educativas y fortalecer los vínculos comunitarios.
«Hemos cristalizado tanas familias alrededor de la escuela, participando de actividades; sin olvidar nunca la primera pata de esta mesa que es la catequesis y la presencia de Dios, nuestro espíritu franciscano. Recibimos a todos los que quieran venir al predio, a estudiar, capacitarse, hacer deportes; sin importar la religión, pero siempre manteniendo el espíritu que nos dejó la hermana y tenemos estas cuestiones presentes en nuestras acciones, sumadas a la educación, el deporte, la recreación.»
Y continuó: «Esta misión que comenzó siendo asistencialista, brindando amor y comida, se amplió para brindar verdaderas herramientas a las personas del barrio que hoy cuenta con 20 mil almas que viven alrededor del predio, lo que era el basural, que son alrededor de 25 hectáreas«.
Terán comentó que en 2026 abrirá sus puertas la escuela secundaria de la Misión Hermana María Jordán. Este paso representa un avance fundamental que dará continuidad educativa a cientos de jóvenes del barrio, evitando traslados, fortaleciendo el arraigo y ampliando horizontes de inclusión. Además, aseguró que trabajan en el proyecto de construir un polideportivo con fondos provinciales.
«Hemos recibido estos últimos años un gran apoyo de mucha gente, muchos ciudadanos, pero fundamentalmente del gobierno de la provincia, de la ciudad. El ministro de obras públicas y todo su equipo vinieron a ver el predio y se hicieron cargo de terminar de construir la escuela secundaria que empezará a funcionar en 2026«, dijo al respecto.

Y agregó: «Para nosotros es un desafío cumplir esta promesa que la hermana nos pidió de continuar su obra y en eso estamos. Agradecemos a las personas y las instituciones que nos están ayudando. Un agradecimiento especial para el Padre Ignacio Peries, que nos está dando una mano grande en educación con la escuela secundaria, así como nos ha ayudado el Padre Santidrian con la escuela primaria».
Al concluir, remarcó el apoyo de los ciudadanos, del sector político en distintos gobiernos y de íconos de la Iglesia Católica, quienes están constantemente atentos a la obra.
«Estamos muy contentos por todo este momento, por seguir llevando adelante esta misión que sentimos como propia», cerró.
