Ciudad

Leer Rosario, el plan de lectura que crece desde y con las infancias


En un año signado por el distanciamiento social, la iniciativa presentada en febrero propone achicar brechas y poner en circulación la palabra, en tanto un derecho inalienable de niñas y niños

Leer Rosario, Plan de Lectura ciudadano se puso en marcha este año con distintas actividades adaptadas al contexto de pandemia. Se trata de una política pública transversal y aglutinadora de todas las propuestas históricas del municipio en torno a la lectura, la escritura y el libro y que tiene como prioridad y basamento a las infancias, poniendo en valor su derecho al acceso y producción de bienes culturales establecido en la Convención de los Derechos de niñas, niños y adolescentes, de la que este 20 de noviembre se conmemora el 31er. aniversario.

La iniciativa, que promete llegar a todos los barrios de Rosario, ya cuenta con acciones importantes como los clubes de lectura y la formación de mediadores, a las que se suma la programación dedicada a niños, niñas y jóvenes del Festival Internacional de Poesía de Rosario 2020.

“Leer Rosario nace de un acuerdo con el Plan Nacional de Lecturas y con el provincial, pero no tiene su eje en las escuelas sino en propiciar la lectura en otros espacios no convencionales y en otros formatos”, explicó Marina Mesanich, coordinadora del Área de Promoción de la lectura a cargo del proyecto, a la par que detalló que la propuesta busca desarrollarse “en plazas, en la playa, en los centros culturales, las bibliotecas públicas y populares, en los centros de convivencia barrial, en las vecinales, entre otras instituciones barriales”.

En este punto, la funcionaria remarcó que uno de los objetivos es armar una red entre las bibliotecas populares y las municipales Estrada y Argentina. ”Cada vez que hagamos una acción queremos que se replique; la idea es darles más visibilidad y herramientas ya que las bibliotecas populares en Rosario son fundamentales y se sostienen a pulmón”.

Leer Rosario, Plan de Lectura ciudadano es llevado adelante desde la Dirección General de Aprendizajes Colectivos de la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad. “El objetivo es desarrollar una política pública de lectura”, explicó Mesanich, quien aclaró que si bien se trata de un plan ciudadano, se hace un fuerte hincapié en propiciar la lectura en la primera infancia. “Entendemos a la lectura como una herramienta para la democratización y la participación social, y no la consideramos únicamente una acción individual o un problema pedagógico, sino una práctica profundamente socializada”, argumentó sobre los fundamentos del proyecto, en sintonía con los conceptos vertidos por la especialista en educación temprana y literatura para las infancias María Emilia López, en su reciente participación en el Festival Internacional de Poesía de Rosario.

“Todo el tiempo estamos leyendo de diferentes maneras, a través de los mensajes que recibimos, en las redes, en los portales, no hace falta tener una biblioteca para ser lector o lectora, todos lo somos de diferentes maneras”, aseveró, en sintonía con los conceptos vertidos por la especialista en educación temprana y literatura para las infancias María Emilia López, en su reciente participación en el Festival Internacional de Poesía de Rosario, en tanto destacó que “no existe una única forma privilegiada de leer y escribir, sino múltiples formas que se pueden compartir y poner en común”.

En este punto, y al poner énfasis en señalar que la lectura es un derecho fundamental de todas las personas como sujetos del lenguaje, Mesanich insistió en que la propuesta tiene como objetivo “facilitar la circulación de la palabra”.

El plan de lectura está en marcha
Muchas de las acciones programadas por el plan de lectura municipal, lanzado a principio de año, fueron postergadas por las medidas de distanciamiento social en situación de pandemia. Sin embargo, pudieron poner en marcha y desarrollar algunas muy importantes.

Entre ellas, la funcionaria destacó la impronta del Club de lectura, coordinado junto a la Biblioteca Argentina. Se trata de una instancia innovadora, que propone poner en común lecturas de libros de editoriales rosarinas en encuentros semanales de chicos y chicas de entre 8 y 12 años. “Queremos generar clubes en distintos lugares o espacios de la ciudad con el eje puesto en intercambiar miradas: cuando uno lee algo enseguida quiere encontrar a otra persona que haya leído lo mismo y charlar sobre eso. La propuesta tiene que ver con el intercambio de las distintas interpretaciones. La lectura es un acto solitario que se puede transformar, de este modo, en algo compartido”, manifestó.

Según remarcó, la idea es hacer encuentros presenciales, pero en contexto de pandemia se concretó una primera experiencia piloto en modalidad virtual, en la que se trabajó con libros de las editoriales locales Libros Silvestres y Listocalisto.

Otra intervención muy celebrada fue el homenaje que se le rindió al escritor y pedagogo italiano Gianni Rodari, al cumplirse 100 años de su nacimiento. “Creamos un audiovisual a partir de 8 relatos del libro Cuentos por teléfono con un guión original, una presentación y algunas propuestas de juego que compartimos en las diferentes plataformas y redes sociales de la Secretaría”, contó Mesanich, al tiempo que recordó que su obra influyó en la creación de los espacios para las infancias de la ciudad de Rosario.

El plan también inició su acercamiento al territorio al participar de las jornadas de formación de referentes barriales como promotoras y promotores de cuidado del programa Rosario cuida a sus barrios de la Secretaría de Desarrollo Humano y Hábitat. “Nuestro módulo se llama Lectura e infancia y lo que hacemos es sostener dos encuentros semanales, entre noviembre y diciembre, con estas vecinas y vecinos de todos los distritos de Rosario, siempre respetando los protocolos de la emergencia sanitaria, para ofrecerles herramientas en relación a la promoción de la lectura, y poner en valor el rol fundamental de la lectura desde la infancia temprana”, especificó.

Las infancias en el FIPR 2020

La coordinadora municipal también se refirió a Leer Rosario y su articulación con el Festival Internacional de Poesía que se desarrolla en la ciudad, y subrayó que todas las actividades destinadas a las infancias y juventudes, reunidas en Espacio Irupé, fueron elaboradas desde el Plan de Lectura, entre las que figuran una mesa de lecturas poéticas para niñas y niños, un taller para adultas y adultos a cargo de la especialista en educación temprana y literatura infantil María Emilia López, y un taller de escritura para adolescentes entre 12 y 16 años coordinado por María Belén Campero y Rosario Spina.

Además, puso de relieve la propuesta La poesía va a las escuelas. “Hace 15 días enviamos material a las escuelas para que los chicos fueran leyendo a los poetas antes de charlar con ellos”, mencionó sobre los encuentros virtuales que poetas que asisten al FIPR 2020 mantendrán con alumnas y alumnos de distintos establecimientos educativos de la ciudad. Así, Mario Varela, un poeta rosarino que vive en Buenos Aires, tendrá una charla con chicas y chicos de 3° grado de la Escuela Cristóbal Colón, y Sandra Siemens, poeta del sur santafesino, hará lo propio con educandos de 2° grado de la Escuela Simón de Iriondo.

“Otra propuesta muy interesante es Modo Podcast”, sumó la funcionaria y amplió: “Junto al Galpón 11, donde funciona la Escuela de hip hop, les propusimos a las y los jóvenes reversionar poemas con bases musicales. Las pistas van a salir en formato podcast y las producciones serán presentadas en el marco del Festival”. Los textos elegidos son de Alejandra Pizarnik, Raúl González Tuñón, Gabriela Cabezón Cámara, la rosarina Gabby De Cicco y el canadiense Leonard Cohen.

Finalmente, Mesanich destacó la edición especial El pasquín cultural, una publicación impresa que producen los espacios culturales del distrito Norte Cine Lumiere, Parque Alem y La Ciudad de los niños y las niñas. “Es una publicación en papel que se distribuye en los comercios del barrio, con contenidos relacionados a la poesía, ya nos parece interesante también la circulación de la palabra analógica, no sólo digital, para otros públicos”.