Así lo expresó en diálogo con CLG Claudino Chamorro, presidente del Centro de ex Soldados Combatientes en Malvinas de Rosario, a 40 años del conflicto entre Argentina y Reino Unido
Por Mario Luzuriaga
Se cumplen 40 años de ese momento tan impactante para los argentinos que fue la guerra de Malvinas. En ese clima frío cientos de pibes que estaban haciendo el servicio militar y otros voluntarios decidieron defender a la patria dando su vida allí y también en su regreso; un regreso sin gloria y escondidos por los propios jefes militares que no pusieron un pie en el campo de batalla. Hoy ese reconocimiento se recuperó y el propio pueblo saluda y abraza a esos muchachos ya hombres que siguen levantando bien alto la bandera y continúan «malvinizando» a todo el país.
Claudino Chamorro es presidente del Centro de ex Soldados Combatientes en Malvinas de Rosario y en diálogo con CLG recordó la gesta pero y además compartió sus experiencias.
—¿Cómo se sigue después de volver de Malvinas hace ya 40 años?
—Después de que volvimos y luego de muchos años de olvidos e indiferencia por parte de los gobiernos de turno, no bajamos los brazos. Nos volvimos a juntar y logramos hacer el primer acto en 1983 en la Plaza Montenegro. El próximo paso a seguir fue empezar a ayudar como se podía, porque muchos nos pudimos reinsertar en la sociedad y pudimos seguir desarrollando lo que hacíamos antes del servicio militar, pero otros no. A través de las organizaciones e instituciones que se crearon lo que hacíamos era honrar la memoria de nuestros héroes y hacer que en cada rincón de nuestro país haya una plaza, una placa o un mural pintado para llevar la causa presente. Es lo que llamamos «malvinizar» y eso lo que hicimos. Por supuesto también luchar por nuestros derechos y lo seguimos haciendo.
—¿La contención familiar fue el motor que los impulsó a seguir adelante?
—Absolutamente sin el sostén de ellos nosotros no podríamos haber seguido y desempeñarnos a la vida civil. Nos acompañaron con mucha contención y amor.
—En estos 40 años siguieron activos malvinizando y además ayudando a los más necesitados. ¿Cómo es el recibimiento de la gente?
—Cuando el Estado nos otorgó la pensión, la cual hizo que pudiéramos acceder a una obra social, no era lo que pensamos; sino que queríamos tener un trabajo digno y salud. Ya en 2001 cuando explotó todo y la gente no tenía para comer, decidimos salir con nuestro camioncito y nuestra cocina de campaña para poder ayudar. Después fue mejorando la cosa y se sumó la Municipalidad de Rosario proveyendo los insumos, y lo que hacemos es devolverle a la sociedad todo el apoyo que ellos nos dieron cuando estábamos en Malvinas. Cuando la gente entendió lo que Malvinas fue, lo que hicimos fue dejar nuestro legado a los más chicos, para que estén preparados para que a través de la diplomacia el territorio vuelva a pertenecer al país.
—También pudieron dejar estos testimonios en un documental llamado «Un encuentro con Malvinas».
—Ahí se pueden escuchar las vivencias que tuvieron nuestros compañeros y también lo que hace la institución a nivel social. En un ratito de cada uno expresamos lo que vivimos y sentimos cuando fuimos y volvimos de las islas. Fue muy emotivo.