El ex ministro de Kirchner defendió la medida adoptada por Alberto Fernández y sostuvo "cambios en la política en general y en la política económica y social en particular"
El ex candidato presidencial Roberto Lavagna elogió este lunes el «tremendo acierto» del Gobierno en «empezar a tiempo» el aislamiento obligatorio frente a la pandemia de coronavirus y pronosticó que la economía argentina podría «responder bastante rápido» si se resuelve la negociación por la deuda, se generan estímulos a las pymes y al empleo y se flexibiliza la actividad de «manera inteligente».
«El Gobierno, y en particular el presidente (Alberto Fernández), tuvieron un tremendo acierto al empezar un proceso de cuarentena a tiempo” frente a la pandemia de coronavirus, expresó Lavagna, pero advirtió: a partir de ahora “todos sabemos que hay que flexibilizar de manera inteligente”.
En diálogo con radio Metro 95.1, Lavagna consideró entonces necesario realizar “cambios en la política en general y en la política económica y social en particular” porque “el rebote” -dijo- no se produce de forma automática.
“Si uno no hace ciertas cosas -advirtió- la economía puede mantenerse largos años deprimida”, aseguró el ex ministro, quien juzgó que “pareciera que se ha progresado” en la negociación por la deuda entre la Argentina y los bonistas.
Consideró «necesario despejar» esa negociación con los acreedores privados con títulos bajo ley extranjera porque, apuntó, «después quedará para el año que viene la deuda con el FMI”.
Destacó que la estrategia permitió llegar mejor preparados para enfrentar la evolución del virus y que “de hecho, el número de personas muertas, donde la estadística parece ser más precisa, muestra una Argentina mucho mejor que buena parte de países Europa en su momento y de América latina hoy”.
Con todo, Lavagna señaló que el número de hisopados y de testeos están muy por debajo de los que se practican en el mundo y recomendó “recuperar tiempo perdido y, en la medida en que el instrumento de los testeos esté más preciso, van a surgir elementos para flexibilizar de manera inteligente la cuarentena”.
«Han pasado casi seis meses (en alusión al inicio del gobierno de Alberto Fernández) y hay una urgencia, en particular porque la situación es distinta a la del 2002, cuando se logró una economía que comenzó a expandirse con tasas de crecimiento de 9% anual desde el segundo semestre», dijo.
«Entonces la negociación se hacía en el marco de una economía que crecía muy rápidamente, mejoraba la situación fiscal. Esta, en cambio, es una negociación en medio de una economía con 9 años de estancamiento. La urgencia de resolver este obstáculo es mucho mayor. El tiempo en este caso corre decididamente en contra”, argumentó.
En el caso de las pymes y el empleo, Lavagna elogió el proyecto de ley del diputado Alejandro Rodríguez, que apunta a «la eliminación -durante tres años- del impuesto a las Ganancias de las empresas pequeñas y medianas que reinvierten utilidades” y propone créditos a tasa cero para las empresas del segmento».
Con medidas como ésta -opinó el economista- “la alternativa de una salida rápida se puede dar”.
Reconoció que la prolongación de la cuarentena “genera un impacto económico adicional a la mala situación» que ya existía, e insistió: «Ahí es donde uno tiene que encontrar mecanismos para salir lo más rápidamente posible sin abandonar la política que dio resultados”.
También destacó que los dos factores principales de ingresos de dólares necesarios para 2021 están comprometidos por distintas causas: el sector agropecuario “está parado” por las restricciones cambiarias y la ley de Conocimiento porque “fue anulada para mejorarla y después de cinco o seis meses todavía no hay una nueva”.
«Crear juntas de granos, poner nuevos impuestos, poner más controles, anular durante un montón de meses la Ley del Conocimiento en espera de una nueva ley, querer tomar acciones de las empresas, políticas muy rígidas en materia de contratación de personal y la doble indemnización, no son medidas que ayuden a la salida. Al revés, pueden generar que nos mantengamos en un estancamiento relativo”, advirtió.