Por Verónica Rodríguez – Télam
La actriz Laura Novoa, que protagoniza la comedia “Vamos a contar mentiras” en el teatro Enrique Carreras de Mar del Plata, mientras espera el estreno en las próximas semanas de la miniserie «María Marta: El crimen del country» en HBO Max, confesó estar en un momento “de madurez, gozoso y placentero”.
“Me encuentro en un momento de mucha plenitud y tiene que ver con los años de carrera, con la maduración personal, con el trabajo interno y además con algo del destino que me vino a premiar con este presente con tanto trabajo y reconocimiento”, expresó Novoa en diálogo con Télam.
La actriz realiza temporada en Mar del Plata con la comedia “Vamos a contar mentiras”, en la que comparte cartel con Marcelo De Bellis y Darío Lopilato, y en diciembre llegó a la plataforma de streaming Amazon Prime Video la película “Causalidad”, un thriller montado y desplegado a partir del plano secuencia, que protagonizó junto a Juana Viale, bajo la dirección de Who.
Además está a la espera del estreno de la serie en la que encarna nada menos que a María Marta García Belsunce. Junto a Jorge Marrale como el viudo Carlos Carrascosa y a gran elenco, la ficción sobre uno de los casos policiales de mayor repercusión de la historia argentina será uno de los platos fuertes de la pequeña pantalla nacional de 2022.
“Estoy en teatro, hice cine y televisión, es un momento único en el que estoy completa. Venimos de dos años de pandemia y creo que si nos dejó algo fue revalorizar los afectos y el trabajo”, agregó la intérprete de éxitos como “Poliladrón” (1994) y “Cohen vs. Rosi” (1998).
“En los tres proyectos tuve que salir de mi lugar de comodidad; a mí me gustan los desafíos, aprender. No soy una actriz liviana, soy muy obsesiva. Siempre digo que no soy talentosa, sino trabajadora”, abundó Novoa, quien formó parte de ficciones como “El amor tiene cara de mujer”, “Dulce amor” y “Sres. Papis”; y se puso en la piel de Eva Perón en “Ay Juancito” (2004) y en “Lo que el tiempo nos dejó” (2010).
—¿Qué te sedujo de cada uno de estos proyectos?
—Nací como actriz en el teatro y estar probándome en una comedia que no es para mí lo más habitual, ya que hice mucho teatro clásico en lugares oficiales, es un reto. Si bien la gente me reconoce más por otros trabajos, ya que tuve la suerte de hacer éxitos televisivos que me convirtieron en una actriz popular, y amo ser popular, comencé en las tablas. En este caso hacer una comedia desde un personaje que pasa por muchísimos estados fue muy interesante. Por otro lado, es muy difícil encontrar una comedia donde el protagonismo sea femenino, sobre todo en el teatro comercial. En general es un género que está hecho para los hombres y donde las mujeres son el adorno lindo y en esta obra eso no ocurre. Con “Causalidad”, una película filmada en plano secuencia que combina de alguna manera la actuación de teatro con la de cine, mi personaje es quien lleva la cámara todo el tiempo. La cámara depende de mis movimientos, fue todo un desafío, fascinante, porque yo soy muy técnica como actriz y además estrenar en una plataforma, que es algo nuevo que tenemos que cuidar. En cuanto a la serie de María Marta, también fue un desafío muy grande hacer un personaje que vivió y que está presente en la cabeza de la gente, más el respeto a esa persona, porque no es lo mismo que componer un personaje de ficción, al que uno le pone su impronta.
—¿Cómo evalúas la temporada teatral de este año?
—En este mundo de bisagra pandémica que hemos tenido todo es distinto. Hace dos años que tanto el público como los actores veníamos esperando esta temporada, apenas volvimos, en enero la Omicrón explotó, no fue una temporada buena para los teatros. Mar del plata explotó de gente pero turísticamente; a nosotros nos va bárbaro, pero no fue lo que se esperaba, recién en febrero remontó. Se pensaba hacer tres funciones diarias y se hace una y los fines de semana dos. Los productores esperaban más.
—¿Qué visión tenés de las plataformas?
—Estar en contra de las plataformas me parece algo poco inteligente porque en realidad es una posibilidad más de laburo y el trabajo hay que recibirlo, hay que cuidarlo. En el caso de la serie de María Marta que se estrena en HBO Max, es una plataforma que viene a invertir en Argentina y eso es trabajo para los técnicos, para los artistas, para todos. Es una fuente de laburo en un momento de crisis y además las series se producen con calidad cinematográfica.
—Durante la pandemia nunca dejaste de trabajar, en 2020 estuviste en el “Cantando”…
—Fue súper positivo, era salir de un lugar cómodo y probar algo totalmente nuevo. Primero tenía la necesidad de trabajar, no podía estar dos años parada por mi realidad económica, pero sabía que no iba a cambiar mi esencia en ese espacio. Me dio la posibilidad de reflotar mi popularidad, pude cantar con Sandra Mihanovich y hacer una alegoría del feminismo y de diversidad en el prime time de ese canal, fue un premio, y luego poder hacerle un homenaje a mi viejo (Pepe Novoa), fue todo ganancia. Si no fuera por la pandemia no sé si aceptaba, no hubiera tenido la necesidad de ponerme una camisa que no me era cómoda.
—Si hoy tuvieras que hacer un balance de tu carrera, ¿cuál sería?
—Estoy en un momento gozoso, de madurez y placentero. Cuando era joven hacía un esfuerzo por plantar banderas, por mostrar quién era, desde mi manera de trabajar hasta mi estética, no sé, ser tetona, maquillarse, una relación con la belleza que yo no compartía. A esta altura, a mis 50, es maravilloso no tener que estar demostrando nada, no estoy esperando ninguna aprobación. Siempre tuve una postura rebelde ante la crítica o ante el qué dirán.
—¿Cuál es tu mirada hoy del rol de las mujeres en los medios?
—Hemos ganado un montón de espacios. En realidad, los hemos recuperado. Hay algo muy importante que pasó con nosotras a partir del Ni Una Menos y de visibilizar tantas injusticias. Me parece tremendo el caso de Thelma (Fardín), lo que está pasando ahora, que vaya todo para atrás, esperamos todas que no sea el final de nada; este es el indicador de que falta mucho todavía, pero creo que el patriarcado está cayendo y eso es muy bueno, no solo para la mujer, sino también para el hombre. Es bueno para el ser humano este cambio de paradigma y la deconstrucción que cada uno tiene que hacer.
—¿Cómo transitás tu militancia en el feminismo?
—Tiene que ver con lo micro, con mi entorno, con mis dichos, con tener una posición clara con respecto a esto en los medios, en cómo me presento como actriz. Hace mucho tiempo que vengo peleando pero sin banderas, en el sentido de que no pertenezco a ninguna agrupación. Tiene que ver con algo más personal, si bien voy a las marchas, es algo que va más por lo cotidiano y en la educación de mis hijos. Una militancia ética y política. Cada vez que puedo, en el lugar que esté, dejo mi granito de arena.