Este hallazgo en las ranas Chernóbil no solo buscó indagar en los efectos de la radiación sobre los seres vivos a largo plazo, sino también plantea interrogantes sobre la capacidad de resiliencia de la naturaleza
Un estudio reciente analizó a las ranas de Chernóbil, que habitan cerca de la zona de exclusión de la ciudad y dejó sorprendidos a los científicos. A más de tres décadas después del accidente nuclear, el análisis se centró en cómo envejecieron estas criaturas.
El análisis de los efectos en la fauna local sugiere que los ejemplares expuestos a niveles elevados de radiación, no experimentaron un envejecimiento acelerado.
Las ranas de Chernóbil: el estudio que sorprendió a la comunidad científica
Este hallazgo en las ranas Chernóbil no solo buscó indagar en los efectos de la radiación sobre los seres vivos a largo plazo, sino también plantea interrogantes sobre la capacidad de resiliencia de la naturaleza.
Un grupo de investigadores liderado por la Universidad de Oviedo y la Estación Biológica de Doñana (CSIC) dio con resultados sorprendentes.
El equipo analizó cómo la exposición crónica a niveles actuales de radiación ha impactado en la edad y en el envejecimiento de la rana oriental Hyla orientalis, una especie que habita en zonas de alta y baja contaminación en el área afectada.
Este estudio ofrece una perspectiva inesperada. Las ranas de Chernóbil, expuestas por décadas a radiación ionizante, no presentan signos de envejecimiento acelerado ni alteraciones significativas en sus hormonas de estrés. Así lo revelan los datos publicados en la revista Biology Letters.
Cuáles fueron las ranas analizadas
Los estudios de campo, realizados entre 2016 y 2018, abarcaron más de 200 individuos capturados en 14 puntos distintos de la zona, lo que representa uno de los análisis más exhaustivos sobre fauna en Chernóbil hasta la fecha.
Según explicaron, midieron la radiación absorbida por las ranas mediante la cuantificación de cesio en los músculos y de estroncio en los huesos de estos animales.
Este proceso les permitió obtener un perfil preciso de la radiación acumulada. Y así se pudo evaluar cualquier correlación entre los niveles de radiación y el envejecimiento en esta especie.
En conclusión, el análisis de los datos muestra que no existen diferencias significativas en la edad de las ranas expuestas a altos niveles de radiación en comparación con aquellas que habitan en áreas sin contaminación.
Además, la longitud de los telómeros, marcadores biológicos que indican el envejecimiento de las células, tampoco varía entre las ranas de ambas zonas. Este hallazgo es fundamental, ya que los telómeros suelen acortarse con el tiempo y la exposición a condiciones adversas, lo que indica un envejecimiento acelerado o estrés en el organismo.
Aunque el desastre tuvo un impacto devastador en la flora y fauna local en el corto plazo, la naturaleza parece haber encontrado un equilibrio.