El presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, divulgó hoy una propuesta pública para prevenir crisis en pequeñas y medianas empresas manufactureras y neutralizar las alteraciones que pueden proyectar las tensiones del mercado cambiario durante las últimas dos semanas.
Desde IPA, Daniel Rosato propuso «poner en marcha un plan de crisis de cuatro ejes y con vigencia mínima de 180 días para darle volumen al desarrollo de las Pymes con el objetivo de reactivar la producción argentina y revertir así el escenario de inestabilidad que se generó en el país a partir de las especulaciones cambiarias».
Entre las medidas que propicia IPA, se detallan «la limitación de las importaciones de productos a los elaborados en el país; la pesificación de los costos energéticos (que las industrias pagan en dólares como consumidores mayoristas); el congelamiento de los embargos desde la Afip; y una operatoria para que desde el mercado financiero se brinde una tasa de interés diferenciada para el pago de salarios».
«En estos días debemos alertar que habrá pymes industriales que tendrán dificultades para pagar salarios en tiempo y forma, porque los vaivenes del tipo de cambio está alterando costos en nuestro sector», afirmó Daniel Rosato a Télam.
La propuesta lanzada desde IPA apunta a que este «plan preventivo de crisis en las pymes industriales se extienda por 180 días», añadió Rosato.
El dirigente industrial planteó que el flujo de importaciones mostró que «en marzo del 2018 éstas crecieron 8,8% respecto al registrado en igual mes del año anterior, lo que generó el desplazamiento de producción nacional por productos importados en góndolas y anaqueles de los comercios».
Ejemplificó que, «por caso, y según información oficial, en el primer trimestre se importaron 20.000 toneladas de papel tissue para distintos usos, lo que significó más de 13 veces la producción enero-marzo de una pyme mediana argentina, que fabrica 500 toneladas por mes».
Añadió que «uno de los puntos centrales de la caída de la competitividad local, que impide enfrentar los precios internacionales y que limitan las exportaciones, es el costo dolarizado de la energía, que aumentó hasta el 900% en menos de 24 meses».
«Necesitamos que se retrotraiga y que se pesifique el valor de la energía porque la devaluación en lugar de permitir mejores condiciones para la producción sólo genera mayores costos a partir del traslado a precios por el aumento del dólar. Para las pymes resulta importante por un tiempo determinado tener certezas de que sus costos serán fijos», destacó Rosato.
«Las pymes no llegan a pagar el impuesto inmobiliario y otras imposiciones porque juntan la plata y malvenden los cheques para poder pagar a término los salarios. Ante esta situación de crisis, y hasta que se reactive la producción, resulta significativo que las industrias no tengan el peso de los embargos ni los costos extras que deben afrontar por la judicialización del atraso en el pago de los impuestos», afirmó el presidente de IPA.