Teherán, 01 de enero (Télam)
El clima de tensión por las protestas populares no paró hoy de crecer en Irán con una multiplicación de manifestaciones en el territorio y un saldo de muertos que alcanzó al menos las 12 personas, según informó la televisión pública, en medio de un contexto de falta de información, imágenes de desmanes y fuertes advertencias de las autoridades.
Al mismo tiempo que las protestas se repetían por quinto día consecutivo, el presidente iraní, Hasan Rohani, habló a la nación por segundo día y reconoció el derecho de los manifestantes a salir a las calles, pero destacó que deben hacerlo de manera ordenada y sin desmanes.
“Los problemas de la gente no son simplemente de naturaleza económica. Están pidiendo más libertades”, aseguró el mandatario durante una sesión de emergencia en el Parlamento, hablándole a los sectores liberales de las protestas que reclaman reformas culturales y políticas, y no sólo una mejora económica.
“Este gobierno no tiene todo bajo su control”, se defendió Rohani, haciendo referencia a que él no es la máxima autoridad del país, según la agencia de noticias DPA.
Mientras el presidente dirige el gobierno, la máxima autoridad de la República Islámica de Irán reside en el ayatollah Ali Jamenei y el establishment religioso conservador que lo acompaña en otras posiciones de poder.
Rohani es parte de esta dirigencia religiosa, aunque representa al sector conocido como reformista, que aboga por una mayor apertura política y social, sin romper la teocracia.
Esta diferencia se vio hoy reflajada en el Parlamento, cuando al finalizar la sesión de emergencia, el pleno aprobó una resolución en la que deslegitimó las protestas y acusó a Israel, Estados Unidos y Arabia Saudita de estar detrás de las manifestaciones.
“El pueblo de Irán no tolerará que un grupo perturbe el orden público y ocasione daños”, sentenció al final de la sesión el vocero de la comisión de la Seguridad Nacional y Politica Exterior del Parlamento, Seyed Hosein Naqavi Hoseini, según la agencia de noticias ISNA.
Pese a estas declaraciones oficiales y a que líderes y medios occidentales le imprimieron un tono liberal a esta poco común ola de protestas -en el país no se veían manifestaciones así desde la crisis poselectoral de 2009-, el movimiento en las calles comenzó el jueves pasado en la ciudad religiosa de Mashad, uno de los bastiones del principal rival electoral del presidente Rohani, el conservador Ibrahim Raisi.
Pero poco a poco las protestas se fueron extendiendo por otras partes del país, inclusive en Teherán y otras grandes ciudades, donde los reformistas tienen más fuerza y donde sumaron otro tipo de reclamos.
Por eso, mientras algunos manifestantes en algunas partes del país critican la política exterior del presidente reformista y su involucramiento en ciertos conflictos en la región – con gritos de “Muerte a Rohani”, “Olviden Palestina” y “Ni Gaza, ni Líbano, mi vida por Irán”-; otros se concentraron en reclamar contra el aumento vertiginoso de los precios de productos básicos, el alto desempleo y la desigualdad económica.
La inflación se mantiene en un 10% anual en el país; sin embargo, algunos productos básicos aumentaron tres o cuatro veces más y el desempleo volvió a crecer por tercer consecutivo y alcanzó un 12,7%, según el Banco Mundial.
El gobierno de Rohani no desplegó aún las fuerzas de seguridad más represivas, pero sí está bloqueando la información sobre las protestas en las redes sociales -según la televisión pública, Instagram y Telegram fueron bloqueados “para mantener la paz” en el país- y varios funcionarios ya exigieron públicamente una reacción dura contra los manifestantes.
En este contexto de bloqueo informático, las imágenes que predominaban hoy eran las de los medios oficiales.
“Algunos manifestantes armados intentaron tomar algunas comisarías y bases militares, pero se enfrentaron a una serie resistencia de las fuerzas de seguridad”, denunció la televisión pública y además mostró imágenes de manifestantes lanzando piedras contra edificios públicos e iniciando fuegos en las calles.
Ya ayer miembros del gobierno de Rohani habían identificado a manifestantes como extremistas que buscan crear un clima destituyente.
En paralelo, la televisión pública también informó que 12 personas ya murieron en estos días en las manifestaciones populares que comenzaron en el norte del país y ya se extendieron por el oeste, el sur y las principales ciudades del territorio.
No conoce la identidad de las víctimas fatales ni exactamente cómo y dónde murieron.
Las autoridades hasta ahora sólo informaron que dos personas fallecieron ayer en las protestas en la provincia de Lorestan, otras seis en el pueblo de Tuyserkan, a unos 300 kilómetros de Teherán, y otras tres en el pueblo de Shahinshahr, en la misma región. No está claro donde falleció la última víctima fatal.
Unas horas antes, un funcionario del pueblo de Izeh había asegurado que dos personas habían muerto en las protestas que anoche sacudieron esa localidad, según la agencia de noticias semi oficial ILNA. Estas víctimas fatales no fueron luego retomadas en el saldo oficial de la televisión pública.
En medio de este clima de violencia, desinformación y tensión, y pese a las palabras de moderación de Rohani, el jefe del Poder Judicial, el influyente ayatollah Sadegh Larijani, llamó a todos los fiscales a actuar de oficio para frenar a los manifestantes.
“Insto a todos los fiscales del país a involucrarse y actuar de manera estricta”, sentenció el funcionario ante la cámara de la televisión pública.
Al mismo tiempo que las protestas se repetían por quinto día consecutivo, el presidente iraní, Hasan Rohani, habló a la nación por segundo día y reconoció el derecho de los manifestantes a salir a las calles, pero destacó que deben hacerlo de manera ordenada y sin desmanes.
“Los problemas de la gente no son simplemente de naturaleza económica. Están pidiendo más libertades”, aseguró el mandatario durante una sesión de emergencia en el Parlamento, hablándole a los sectores liberales de las protestas que reclaman reformas culturales y políticas, y no sólo una mejora económica.
“Este gobierno no tiene todo bajo su control”, se defendió Rohani, haciendo referencia a que él no es la máxima autoridad del país, según la agencia de noticias DPA.
Mientras el presidente dirige el gobierno, la máxima autoridad de la República Islámica de Irán reside en el ayatollah Ali Jamenei y el establishment religioso conservador que lo acompaña en otras posiciones de poder.
Rohani es parte de esta dirigencia religiosa, aunque representa al sector conocido como reformista, que aboga por una mayor apertura política y social, sin romper la teocracia.
Esta diferencia se vio hoy reflajada en el Parlamento, cuando al finalizar la sesión de emergencia, el pleno aprobó una resolución en la que deslegitimó las protestas y acusó a Israel, Estados Unidos y Arabia Saudita de estar detrás de las manifestaciones.
“El pueblo de Irán no tolerará que un grupo perturbe el orden público y ocasione daños”, sentenció al final de la sesión el vocero de la comisión de la Seguridad Nacional y Politica Exterior del Parlamento, Seyed Hosein Naqavi Hoseini, según la agencia de noticias ISNA.
Pese a estas declaraciones oficiales y a que líderes y medios occidentales le imprimieron un tono liberal a esta poco común ola de protestas -en el país no se veían manifestaciones así desde la crisis poselectoral de 2009-, el movimiento en las calles comenzó el jueves pasado en la ciudad religiosa de Mashad, uno de los bastiones del principal rival electoral del presidente Rohani, el conservador Ibrahim Raisi.
Pero poco a poco las protestas se fueron extendiendo por otras partes del país, inclusive en Teherán y otras grandes ciudades, donde los reformistas tienen más fuerza y donde sumaron otro tipo de reclamos.
Por eso, mientras algunos manifestantes en algunas partes del país critican la política exterior del presidente reformista y su involucramiento en ciertos conflictos en la región – con gritos de “Muerte a Rohani”, “Olviden Palestina” y “Ni Gaza, ni Líbano, mi vida por Irán”-; otros se concentraron en reclamar contra el aumento vertiginoso de los precios de productos básicos, el alto desempleo y la desigualdad económica.
La inflación se mantiene en un 10% anual en el país; sin embargo, algunos productos básicos aumentaron tres o cuatro veces más y el desempleo volvió a crecer por tercer consecutivo y alcanzó un 12,7%, según el Banco Mundial.
El gobierno de Rohani no desplegó aún las fuerzas de seguridad más represivas, pero sí está bloqueando la información sobre las protestas en las redes sociales -según la televisión pública, Instagram y Telegram fueron bloqueados “para mantener la paz” en el país- y varios funcionarios ya exigieron públicamente una reacción dura contra los manifestantes.
En este contexto de bloqueo informático, las imágenes que predominaban hoy eran las de los medios oficiales.
“Algunos manifestantes armados intentaron tomar algunas comisarías y bases militares, pero se enfrentaron a una serie resistencia de las fuerzas de seguridad”, denunció la televisión pública y además mostró imágenes de manifestantes lanzando piedras contra edificios públicos e iniciando fuegos en las calles.
Ya ayer miembros del gobierno de Rohani habían identificado a manifestantes como extremistas que buscan crear un clima destituyente.
En paralelo, la televisión pública también informó que 12 personas ya murieron en estos días en las manifestaciones populares que comenzaron en el norte del país y ya se extendieron por el oeste, el sur y las principales ciudades del territorio.
No conoce la identidad de las víctimas fatales ni exactamente cómo y dónde murieron.
Las autoridades hasta ahora sólo informaron que dos personas fallecieron ayer en las protestas en la provincia de Lorestan, otras seis en el pueblo de Tuyserkan, a unos 300 kilómetros de Teherán, y otras tres en el pueblo de Shahinshahr, en la misma región. No está claro donde falleció la última víctima fatal.
Unas horas antes, un funcionario del pueblo de Izeh había asegurado que dos personas habían muerto en las protestas que anoche sacudieron esa localidad, según la agencia de noticias semi oficial ILNA. Estas víctimas fatales no fueron luego retomadas en el saldo oficial de la televisión pública.
En medio de este clima de violencia, desinformación y tensión, y pese a las palabras de moderación de Rohani, el jefe del Poder Judicial, el influyente ayatollah Sadegh Larijani, llamó a todos los fiscales a actuar de oficio para frenar a los manifestantes.
“Insto a todos los fiscales del país a involucrarse y actuar de manera estricta”, sentenció el funcionario ante la cámara de la televisión pública.