Proteoma: en breve no se hablará de otra cosa pues promete un envejecimiento el doble de lento
Los estudios de un biólogo croata y una patente biotecnológica de Laboratorios NAOS traen un nuevo modelo antienvejecimiento: antioxidantes que protegen específicamente a las proteínas y prometen un envejecimiento el doble de lento. Su traducción en un sérum tópico ha costado doce años de investigación y llegará a las farmacias en marzo.
Proteoma. Anote esa palabra. Es posible que en breve no se hable de otra cosa. El proteoma son todas las proteínas de una célula o de un organismo y es el lugar donde se esconde el secreto de la longevidad. La gente que envejece bien tiene una cadena de proteínas con pocos defectos y que muta lentamente.
La gente que envejece bien tiene una cadena de proteínas con pocos defectos y que muta lentamente
Su aspecto puede encajar con un obseso de las estructuras microscópicas que nunca sale del laboratorio. Sin embargo, cuando empieza a hablar, apasionado, de sus descubrimientos, aparece un hombre simpático con auténticas habilidades para contar cosas difíciles de entender y para ganar –como se dice ahora– la batalla del relato. “No hay nada más peligroso que la vida, nada más tóxico que estar vivo”, dice ante un auditorio a reventar en la rue Cambon, en el centro de París que asiste curioso a la conferencia NAOS Aging Science. Es su modo de decir que mutar es una consecuencia inevitable de vivir; y envejecer, un proceso que empieza el día que llegamos a este mundo. Imparable, pero al que se le puede reducir la velocidad.
Radman lleva años prestando atención a los seres más resistentes de la naturaleza, organismos capaces de soportar condiciones extremas y salir fortalecidos de la experiencia. Para él son un ejemplo de “una evolución perfecta en términos de resistencia biológica”. “Tienen tal capacidad de adaptación genética que transforman un entorno hostil en uno óptimo”, explica. Radman los llama “organismos extremófilos” y pone como ejemplos a una bacteria. Aquí dejamos su denominación científica: Deinococcus radiodurans. Si tuviéramos su resistencia al tiempo envejeceríamos el doble de lento.
“La capacidad de autoreparación de estos organismos les permite soportar altas dosis de radiación. Estas bacterias protegen a las proteínas de la corrosión y lo hacen con unas proteínas inoxidables que reparan los fragmentos de ADN”, explica el profesor. La pregunta parece obvia: ¿Dónde están esas proteínas inoxidables y qué tenemos que hacer para que se reproduzcan como setas dentro del organismo humano?
La piel, como el resto del organismo, envejece porque envejecen sus células, y estas envejecen porque su proteoma se oxida
Una pregunta parecida ha guiado los estudios del doctor Radman que ha concluido que la supervivencia de los seres vivos depende de la actividad de sus proteínas. La piel, como el resto del organismo, envejece porque envejecen sus células, y estas envejecen porque su proteoma se oxida. Este planteamiento ha supuesto un cambio en el paradigma de la medicina antienvejecimiento porque coloca la diana en las proteínas y no, como hasta ahora, en los genes.
“Lo que hemos descubierto es que el Deinococcus radiodurans es extremadamente resistente porque su proteoma está perfectamente protegido”, dice Radman. Por otra parte, otra bacteria, la Arthrobacter agilis, autóctona de la Antártida y descubierta en copos de nieve en 2010 por un investigador de NAOS Laboratoires, ha demostrado potentes propiedades antioxidantes y una afinidad especial con la piel.
La combinación de ambos agentes y el cambio de paradigma a la protección del proteoma marca el inicio de una nueva generación de productos destinados a potenciar el envejecimiento saludable de la piel. NAOS y el Instituto Esthederm son pioneros en esta categoría, después de haber patentado la tecnología biotecnológica Age Proteom, el primer ingrediente activo de protección del proteoma. “La forma más eficaz de proteger las proteínas de la piel y restablecer sus funciones es un ingrediente activo, tanto lipofílico como hidrofílico, con un doble modo de acción: chaperona para proteger la estructura de las proteínas y antioxidante para evitar la carbonilación”, explica Isabelle Benoit, miembro del comité científico de NAOS.
Después del agua lo que más abunda en nuestro cuerpo son las proteínas que realizan múltiples funciones, el proteoma es el punto de partida de todas las funciones de la piel. Su alteración es la causa principal del envejecimiento. Los cambios en las proteínas se traducen en la piel, como arrugas, pérdida de luminosidad, firmeza y densidad. La oxidación de las proteínas se llama carbonilación y puede afectar al 30% de todas las proteínas del cuerpo, en particular a las de la piel.
La aplicación tópica de la patente Age Proteom de NAOS llega por primera vez a las farmacias después de doce años de investigación. Inspirados por los trabajos del profesor Radman, el equipo de investigación de NAOS selecciona una bacteria extremófila con propiedades específicas para proteger el proteoma de la piel. Llega en forma de sérum y se llama también Age Proteom. Es un producto serio que habrá que aplicarse disciplinadamente mañana y noche todos los días del año. Puede integrarse en todas las rutinas de belleza y aplicarse junto a cualquier crema.
En sus estudios clínicos se midieron los cambios en el proceso de envejecimiento tras un periodo de seis meses de uso. Se utilizó el producto solo en un lado de la cara y luego se comparó con el otro lado sin tratamiento. Los resultados mostraron que los signos de envejecimiento se retrasaban casi el doble de tiempo. Se consideraron signos de envejecimiento la pérdida de firmeza, las arrugas, una menor luminosidad, un cutis más irregular con manchas, y la pérdida de firmeza y densidad.
Los resultados mostraron que los signos de envejecimiento se retrasaban casi el doble de tiempo
Es el primer sérum antiedad dirigido específicamente a la protección de las proteínas. Justamente al proteoma, esa palabra que le pedimos que anote y recuerde porque estará en el centro de todo el discurso de la longevidad que viene.