El presidente de Bolivia, Evo Morales, promulgó la Ley del Cáncer que garantiza la asistencia gratuita a pacientes con esa enfermedad. Desde hace meses se registraban reclamos para una mejor atención en el país.
La ley del Cáncer es la primera en Bolivia que apunta a una atención específica contra la dolencia y se centra en las campañas de prevención, en garantizar el diagnóstico, el acceso a tratamientos y medicinas, además de mejorar el equipamiento en centros de salud, informó EFE. Morales destacó en un acto en la ciudad de La Paz que uno de los pilares de esta norma aprobada por el Parlamento boliviano son las campañas de prevención para evitar que la enfermedad siga creciendo en el país, donde se registran cada año cerca de 18.600 enfermos, de los que al menos 5.000 mueren, según datos oficiales.
Tras reprochar a quienes criticaron que su Gobierno «no está haciendo nada» al respecto, el mandatario boliviano manifestó que durante su mandato aumentaron de cuatro a cerca de trescientas las máquinas de hemodiálisis en el país y se encuentran en construcción tres centros de medicina nuclear. La norma se hace efectiva tras varios meses de protestas de enfermos y familiares, incluso una huelga de hambre en los pasillos de un hospital de La Paz en julio pasado, en demanda de una mejor atención pública a los pacientes.
La ministra de Salud de Bolivia, Gabriela Montaño, señaló que la nueva ley prevé que el Estado «atienda de modo integral desde el diagnóstico, tratamiento y cuidados paliativos», en el marco del sistema universal de salud puesto en marcha este año. La presidenta de la Asociación de Familiares y Pacientes de Cáncer, Rosario Calle, por su parte, recordó que el acceso gratuito a tratamientos y medicinas, muchos de ellos costosos, era un anhelo de este colectivo que ahora espera «mejores días de lucha contra el cáncer».
En ese sentido, la presidenta de la Asociación de Padres de Niños con Cáncer, Patricia Mendoza, declaró que esta ley «nos da esperanza». Según prevé la norma, parte de los impuestos al tabaco, alcohol y alimentos ultraprocesados financiarán el costo de la atención a los pacientes con esta enfermedad.