Los comercios transitan un muro muy duro ante la caída en las ventas y la especulación de los sectores dominantes de la economía sobre una devaluación. Uno de los referentes del sector habló con CLG
La pandemia de coronavirus sigue haciendo estragos en la economía, golpeando a muchos sectores que incluso ya venían muy mal tras los últimos dos años del gobierno de Mauricio Macri. Es el caso de las panaderías, donde las ventas cayeron estrepitosamente y las materias primas aumentan cada vez más, lo que las lleva a un combo insostenible que hace que crezcan los negocios clandestinos o directamente cierren sus puertas. El presidente de la Asociación Industriales Panaderos y Afines de Rosario, Gerardo Di Cosco, habló con CLG ante un posible aumento del pan.
El comerciante contó que en las últimas horas volvió a subir casi 100 pesos la bolsa de 50 kilos de harina, llegando a un valor de 1.600 pesos cuando en febrero costaba 1.050. «Indudablemente esto se va a trasladar al precio del pan, y no porque nosotros queramos aumentar su valor. Hay una fuerte presión devaluatoria, están especulando con eso», sostuvo Di Cosco, e incluso dijo que está suspendida la venta de harina a la espera de dicha devaluación, que ayer el propio presidente Alberto Fernández se encargó de confirmar que no sucederá.
«Hay una caída de ventas enorme, encima cuando comienzan los calores bajan aún más, todos los años ocurre lo mismo. Venimos arrastrando dos años malos con el gobierno macrista y ahora nos agarró la pandemia, lamentablemente no podemos levantarnos y cada vez nos endeudamos más», describió el titular de la Asociación Industriales Panaderos y Afines de Rosario.
El comerciante sabe que trasladar el aumento de los insumos a los precios significa «cada vez vender menos porque la gente no tiene dinero». Por eso es que continúan surgiendo más panaderías ilegales: «Nuestra industria ya está rozando el 50% de la ilegalidad, donde no se pagan impuestos. Y muchos otros decidieron cerrar durante la pandemia», aseguró.
Actualmente, el kilo de pan cuesta entre 90 y 110 pesos en Rosario, y con el aumento llegaría a 120 pesos, precio que está lejos de ser el tope: «Si sigue aumento la harina esta suba también será provisoria. Hay que terminar con la especulación contra el gobierno por el tema del dólar por parte de los sectores dominantes de la economía. No tienen motivos para seguir subiendo los insumos», cerró Di Cosco.