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«Las multinacionales llevan adelante un nefasto programa de retiros voluntarios”


Por Alejandro Maidana

El Secretario de Prensa de Sindicato de Aceiteros de Rosario, Sergio Díaz, dialogó Con la Gente sobre el aluvión de retiros voluntarios que vienen imponiendo las multinacionales.

En las últimas horas trascendió que Cargill, el monstruo que domina el mercado alimenticio, comenzó a aplicar un programa de retiros voluntarios. Una nueva alarma que se enciende e inquieta a las familias trabajadoras, un contexto desesperante que parece profundizarse con el correr de las horas.

Sergio Díaz es miembro del sindicato de Aceiteros de Rosario, conoce a la perfección como se mueven estas enormes empresas transnacionales, “lo que pasó en Unilever fue una prueba piloto que les salió muy bien. Fue el ensayo para que a posterior todas las empresas multinacionales comiencen a darle cauce a los retiros voluntarios”, sostuvo el gremialista.

“Cuando existe un retiro voluntario, dos partes deben ponerse de acuerdo. Cuando esto no sucede porque una de las partes no decide irse, y la empresa comienza a ejercer presión, ya no es una situación voluntaria, es una presión psicológica para que el trabajador se vaya”, enfatizó Díaz.

Sin duda alguna que los procesos antes mencionados se vienen sucediendo de manera sostenida. Algo que se va a profundizar, si es que en febrero la reforma laboral se convierte en ley. Lamentablemente la Argentina se encontrará nuevamente a las puertas de la rancia e inhumana flexibilización laboral.

“Debe quedar en claro que la política de retiros voluntarios, o mejor dicho, de “despidos encubiertos”, la están aplicando las grandes empresas y esto replicará en las chicas, llámese las familiares. La apuesta a los contratos basura que impulsa el gobierno nacional les ha allanado el camino”.

Enero y febrero son dos meses donde la producción mengua, en esos días la estocada puede ser virulenta, “son los meses en donde la cosecha de soja baja, si yo como empresario pretendo realizar un amedrentamiento, lo hago en la época que tenga menos laburo. Vuelvo a lo de Unilever, la empresa ofreció indemnizaciones que iban del 100 al 300%, con la extensión de la obra social prepaga de uno a tres años. Allí comienza el trabajo de los encargados presionando a los otros trabajadores que no están en conflicto, le van comiendo la cabeza con el argumento que si los otros no arreglan, la empresa va a tener que cerrar. Allí se produce el quiebre de la unión en la planta y no hay sindicato que pueda continuar la lucha”, expresó de manera exultante el referente de Aceiteros Rosario.

Díaz es muy claro cuando hace referencia al quiebre sucedido en la planta de Unilever. Insiste en que fue un caso testigo para darle paso a esta ola de despidos encubiertos en donde el trabajador queda expuesto a un martirio psicológico.

“Nuestro sindicato en Rosario tiene una unidad de planta muy grande, si bien no subestimo a la misma, el nivel de conciencia es importante, por eso va a resultar muy difícil que nos dobleguen. Desconozco en profundidad la capacidad de lucha de los compañeros de San Lorenzo”, dijo.

Sobre los meses en donde se deben dar grandes batallas para conservar los puestos de trabajo, fue muy claro: “Saben que el calor de estos meses juegan a su favor a la hora de plantear una medida de fuerza que se consolide en el tiempo. Ahora, si mantenemos la unidad, y nos bancamos las altas temperaturas con sombrillas, protector solar y el acompañamiento de la familia, podemos quebrar este avance nefasto de despidos”.

Por último, Sergio Díaz mencionó a las empresas que avanzan sobre los trabajadores, “tenemos la certeza que en Cargill, Dreyfus, Bunge y Molino de la Plata, están ofreciendo retiros voluntarios en estos momentos. Lo cual replica en las restantes multinacionales”, concluyó el miembro del sindicato de Aceiteros de Rosario.