Este sábado, en el Sindicato de Luz y Fuerza se llevó adelante una jornada de mujeres del Movimiento Sindical Rosarino. Participan del mismo, las integrantes de la mesa de mujeres y las trabajadoras nucleadas en Ammar.
Esta actividad tiene como fin discutir y trabajar la idea de feminismo y sindicalización. Además de realizar una construcción colectiva desde la perspectiva de las mujeres para los gremios.
Al finalizar el encuentro, CLG diaogó con la secretaria general de Ammar, sindicato que representa a las trabajadoras sexuales, Georgina Orellana. Estuvieron presentes también mujeres bancarias, docentes y de telefonía entre otras.
«Nosotras desde el primer momento cuando fuimos convocadas aceptamos rápidamente la invitación porque se trata de compañeras que dan grandes batallas dentro de la estructura sindical», aseguró en primer momento. La secretaria destacó la importancia de poner en agenda los temas que atraviesan a las mujeres y de buscar «cambiar la manera en la que se lleva adelante el sindicalismo».
Además, se refirió a la posibilidad de intercambiar experiencias entre las mujeres cuyos trabajos sí están reconocidos y su caso en el que no es así: «Fue interesante compartir experiencias de cómo nos organizamos quienes ejercemos el trabajo sexual».
«Las situaciones de violencia laboral que nosotras enfrentamos a diario, son las mismas que las que tienen que enfrentar las compañeras que tienen que atender en empresas de telefonía, o que lidian con la estructura familiar», señaló.
En cuanto al rol dentro de los sindicatos en sí, manifestó: «Empezamos a hablar cuál es el rol designado históricamente por el patriarcado y la importancia de comenzar a romper y quebrar esa visión e imaginario». «Ir al sindicato no es perder el tiempo, el tiempo que perdíamos era cuando trabajábamos pero no estábamos organizadas», añadió.
Asimismo, aclaró: «No hay que repetir en ese estructura un lugar de subordinación de las mujeres. Comprender que lo nuestro tiene tanto valor como el de los compañeros con experiencia gremial».
Por último, habló sobre el vínculo entre el sindicalismo y el feminismo. «No hay que pensar que el sindicalismo va por un lado y el feminismo por el otro. El mejor lugar de militancia para una trabajadora es el sindicato y el feminismo lo llevamos a todos lados», concluyó.