Los cultivos de arroz y de algodón del norte santafesino fueron los más afectados por los excesos hídricos del último mes mientras que las cosechas de maíz, soja y girasol sufrieron el impacto en menor medida, informó este miércoles la Bolsa de Comercio de Santa Fe.
Las precipitaciones registradas en la última semana oscilaron entre los 50 y los 200 milímetros, según la zona, y “paralizaron totalmente” los procesos de siembra de cultivos tardíos o de segunda, amplia el informe.
“El cultivo de arroz se mantuvo y siguió complicado”, indica el trabajo, y confirma la pérdida de mil hectáreas mientras otras 4 mil están “altamente comprometidas” por las lluvias.
En el caso del algodón, esta semana “siguieron sumándose superficies con diferentes grados de encharcamineto o anegamiento y así complicándose los cultivares en sus diferentes estados fenológicos”, informó la Bolsa santafesina.
Un 20% del área implantada y en su mayor porcentaje en la zona oeste de la provincia presentó “diversos grados de afectación e impactos”.
En cambio, el 80% de los cultivos de soja temprana “presentaron estado bueno, con lotes muy buenos, y el 20% restantes continuó manifestando el impacto y los inconvenientes” de los excesos hídricos.
A la vez, los eventos y excesos hídricos condicionaron abruptamente el proceso de siembra de la soja de segunda, el cual finalizó con unas 511.500 hectáreas, un 93% de lo proyectado, indica el informe.
Unas 38.500 hectáreas quedaron sin sembrarse en el centro-norte provincial como consecuencia de las precipitaciones extraordinarias.
La Bolsa señala que a los problemas climáticos se sumó el “enmalezamiento” se la soja tardía, con un gran avance del “yuyo colorado” y el sorgo de Alepo.
El picado de maíz de primera “estuvo totalmente paralizado” en algunas zonas. “Los cultivares en un 97% presentaron un muy buen estado a excelente y el 3 por ciento restante regular, señala la Bolsa, y añade que el estado sanitario del cultivo “se encontró muy bien”.
En cuanto al girasol, el informe sostiene que el avance de la cosecha quedó en un 40% como consecuencia de las lluvias.
“Sumado a ello se observó vuelco, caída de plantas, ataques de cotorras y palomas y pérdida de peso y calidad de grano”, reseña.