El próximo martes 18 se cumplirá un año exacto del cambio de fórmula para ajustar jubilaciones que impulsó el gobierno nacional con la polémica “reforma previsional”. Con el último dato de la inflación de noviembre que difundió el Indec, los haberes de los jubilados quedaron 20 puntos por debajo de la inflación.
La comparación surge de dos datos recientes. Por un lado, en diciembre los jubilados recibieron un aumento de 7,78 por ciento de sus ingresos (el mínimo pasó a 9.300 pesos). Con ese ajuste, el incremento de todo el año llegó a 28,8 por ciento.
En paralelo, este jueves se conoció el último Índice de precios al consumidor (IPC) a nivel nacional del Indec. Registró en noviembre una suba de 3,2% mensual y en la comparación interanual (frente a noviembre de 2017) la suba de precios fue de 48,5%. Cuando se conozca el dato de diciembre, la inflación 2018 rondará los 47 puntos.
En cambio, en 2017 las jubilaciones le habían ganado a la inflación: los haberes de los pasivos subieron 28% contra un aumento de precios promedio del 24,8% anual. Es decir, que el cambio impulsado por el gobierno nacional invirtió esa lógica.
A medida que avanzaba el año, los precios subían por el ascensor, mientras que los ingresos lo hacían por la escalera. Así, tras un primer trimestre de 6,6% de inflación acumulada, los jubilados vieron un incremento del 5,71%, con lo que quedaron levemente por detrás. Lo mismo ocurrió en junio, cuando el IPC acumulado llegó a 15,96%, mientras que las jubilaciones subieron un 11,74%. Más de cuatro puntos de diferencia.
A partir de allí, la diferencia fue mayor. La aceleración de la inflación provocó que en septiembre, cuando llegaba el tercer incremento, la brecha ascendiera a 13 puntos: 32 a 19 por ciento.