Durante la década del 90, la matrícula cayó un 30% y actualmente las firmas que buscan recursos humanos en el área no hallan el capital adecuado
En consonancia con lo que se reclama a nivel país, en la Universidad Nacional de Rosario (UNR) lentamente crece el número de inscriptos a las carreras de ingeniería y esto se evidencia con el número de graduados. Sin embargo, la oferta no alcanza a satisfacer la demanda de las empresas, que en muchos casos toman alumnos de cuarto y quinto año.
Durante la década del 90, la matrícula cayó un 30% y las empresas que actualmente buscan recursos humanos en el área de ingeniería no encuentran el capital adecuado.
En los últimos diez años la tendencia de los años 90 comenzó a revertirse. Se ve un menor ingreso en carreras tradicionales y se reorientó bastante la matrícula hacia las carreras de ingeniería, sin embargo no es suficiente para la demanda actual.
Las ingenierías duras o más tradicionales suman inscriptos cada año y también sucede lo mismo con la ingeniería agronómica. En la universidad pública, las carreras de abogacía y contador público han descendido en su matrícula. Pero no sucede lo mismo en las privadas, donde estas dos últimas carreras están en aumento.
En Rosario, acompañando los índices nacionales, se reciben por año alrededor de 140 ingenieros. Esto corresponde a un profesional cada siete mil habitantes.
En cambio, en otros países latinoamericanos tienen un porcentaje de uno cada cinco mil habitantes y los países más desarrollados llegan una cada dos mil.