Itercambiaron cartas personales desde abril para mejorar los vínculos y acordaron restaurar las líneas de emergencia como primer paso
Corea del Norte y del Sur anunciaron este martes un acuerdo para restaurar de manera inmediata sus comunicaciones, más de un año después de que el Gobierno norcoreano suspendiera todos los contactos con su vecino.
La amenaza de activistas surcoreanos de enviar panfletos contra Corea del Norte al otro lado de la frontera fue la razón esgrimida por el Gobierno comunista de Kim Jong-un para cortar todas las comunicaciones oficiales con el Sur en junio del año pasado.
La suspensión se dio en un momento de estancamiento en las relaciones entre las dos Coreas, pese a tres reuniones entre Kim y el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in. Poco después de la suspensión, Corea del Norte dinamitó una oficina fronteriza intercoreana construida para mejorar las comunicaciones entre ambos países, que siguen técnicamente en guerra desde la tregua que puso fin a la Guerra de Corea (1950-1953).
Pero los gobernantes de las dos Coreas intercambiaron cartas personales desde abril para mejorar los vínculos y acordaron restaurar las líneas de emergencia como primer paso, anunció hoy, de manera sorpresiva, la Presidencia norcoreana en un comunicado.
La prensa oficial de Corea del Norte confirmó el entendimiento. «Según el acuerdo entre los gobernantes, el Norte y el Sur tomaron la medida de volver a operar todas las líneas de comunicación intercoreanas» a partir de este martes, informó por su parte la agencia noticiosa oficial norcoreana KCNA. Agregó que «los dos gobernante también acordaron restaurar la confianza mutua entre las dos Coreas lo antes posible y avanzar nuevamente con la relación».
Representantes de ambas partes hablaron hoy por teléfono tres minutos, informó el Ministerio de Unificación surcoreano. La cartera agregó que habrá dos llamadas por día de ahora en adelante, informó la agencia de noticias surcoreana Yonhap.
El presidente surcoreano ha sido señalado como el artífice de la primera cumbre entre Corea del Norte y un presidente estadounidense, en junio de 2018 en Singapur.
Pero Corea del Norte cortó gran parte del contacto con Corea del Sur tras el colapso de una segunda cumbre entre Kim y el entonces presidente estadounidense, Donald Trump, en Hanói, Vietnam, que dejó paralizadas las conversaciones nucleares.
Desde que Joe Biden asumió como presidente estadounidense, Corea del Norte y Washington han mantenido sus relaciones en una actitud de «esperar y ver», luego de los altibajos diplomáticos de la era Trump. Kim, que ha rechazado desmantelar el arsenal nuclear de su país, dijo en junio que Pyongyang se debe preparar para «diálogo y confrontación» con Washington, con especial énfasis en el segundo.
La Casa Blanca prometió «un abordaje práctico, calibrado» en una reciente revisión de su estrategia por persuadir al empobrecido Norte comunista de desistir de sus programas de armas nucleares y balísticas. Sung Kim, principal diplomático estadounidense a cargo de Corea del Norte, dijo en junio que Washington está listo para reunirse con representantes norcoreanos «donde sea, cuando sea, sin precondiciones».Pero Kim Yo Jong, hermana y consejera de Kim Jong Un, descartó la oferta.
Analistas comentaron el martes que la reanudación de las líneas de emergencia intercoreanas son una señal de la respuesta inicial de Kim a la oferta de diálogo de Washington.
«Parece que él decidió que restaurar las relaciones intercoreanas es beneficioso para las políticas internas y externas del Norte», dijo Yang Moo-jin, profesor de la Universidad de Estudios Norcoreanos, a la agencia de noticias AFP.
Agregó que, pese al estancamiento en las conversaciones, Moon ha insistido en la importancia de restaurar los vínculos intercoreanos. «Esto debe interpretarse como una primera respuesta de Kim a Seúl y Washington», indicó Yang.