El análisis de imágenes por satélite mostró que es probable que ninguno de las crías de pingüino haya sobrevivido, ya que cuatro de los cinco lugares de cría de la región fueron abandonados cuando el hielo empezó a retirarse
Según un nuevo estudio, las colonias de pingüinos emperador dejaron de reproducirse a un nivel nunca visto en zonas de la Antártida que sufrieron una pérdida total de hielo marino en 2022, esto también afecta a sus crías. Los resultados respaldan las predicciones de que el 90% de esta especie “estará casi extinta” a finales de siglo con la actual trayectoria de calentamiento global.
El análisis de imágenes por satélite mostró que es probable que ninguno de las crías de pingüino haya sobrevivido, ya que cuatro de los cinco lugares de cría de la región fueron abandonados cuando el hielo empezó a retirarse mucho antes de que las crías desarrollaran normalmente plumas impermeables, según el estudio publicado el jueves por investigadores del British Antarctic Survey. En algunas regiones al oeste de la Península Antártica, el 100% del hielo marino se había derretido en noviembre de 2022, añadió.
“Nunca habíamos visto que los pingüinos emperador no se reprodujeran, a esta escala, en una sola temporada”, dijo Peter Fretwell, autor principal del estudio, en un comunicado. “La pérdida de hielo marino en esta región durante el verano antártico hizo muy improbable que los polluelos desplazados sobrevivieran”.
La importancia de un hielo estable para las crías de los pingüinos
Los pingüinos emperador necesitan hielo marino estable y firmemente adherido a la costa para reproducirse y criar a sus polluelos de abril a enero. Los pingüinos ponen huevos en el invierno antártico, de mayo a junio, en sus lugares de cría, pero los polluelos no emplumecen hasta al menos diciembre.
Con el planeta ya 1,2° C más caliente desde la época preindustrial, en la Antártida falta ya una superficie de hielo mayor que el tamaño de Groenlandia. Los científicos están cada vez más alarmados por la dificultad de los hielos antárticos para volver a crecer tras alcanzar en febrero un mínimo histórico, una desviación tan extrema de lo normal que ha sido bautizada como “evento six sigma”, o fenómeno que se produce una vez cada 7,5 millones de años. En el norte, los veranos árticos podrían estar libres de hielo en la década de 2030.
De acuerdo con el estudio, cuando el hielo retrocede, los pingüinos emperador suelen desplazarse para encontrar lugares de cría más estables, pero esa estrategia no funciona si el hábitat de hielo marino de toda la región se ve afectado. Pero la caída de los registros de hielo marino y el calentamiento de las temperaturas oceánicas “apuntan claramente a que el calentamiento global inducido por el hombre está exacerbando estos extremos”, afirmó en el comunicado.