Las condiciones financieras de la economía argentina registraron en octubre último un nuevo deterioro, aunque esta vez porque empeoró el frente externo, ya que en el plano local hubo una «tibia recuperación, tras unos meses muy complicados». Así lo señaló un informe elaborado por el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF) y la consultora Econviews.
Según ese trabajo, desde principios de este año las condiciones financieras han venido recortando todas las mejoras registradas en la segunda mitad de 2016 y 2017.
El informe detalló que las condiciones financieras locales en octubre tuvieron un repunte mensual de 2,7 puntos, debido a un retroceso de la inflación mensual y una «compresión del riego país y del riesgo legislación».
«La estabilidad cambiaria de octubre fue clave para fundamentar esta recuperación. Aquellas variables que se encuentran más estresadas y que explican el deterioro de los últimos meses, como la tasa de interés y la devaluación esperada a corto plazo, lograron estabilizarse en octubre y no registraron cambios destacables», indicó el documento.
Para el IAEF, la depreciación esperada a corto plazo, la inflación mensual y la tasa de interés, son tres variables muy vinculadas «a la corrección externa que está transitando la economía argentina desde hace algunos meses, desatada tras una disminución abrupta en el crédito externo disponible».
«Es improbable que estas variables puedan mostrar una mejora destacable a corto plazo hasta tanto no se desactive la inestabilidad cambiaria asociada a esa corrección. En este sentido, octubre arrojó señales que invitan a pensar que la estabilización cambiaria puede haber comenzado ya», añadió la entidad.
Además, puntualizó que las condiciones externas tuvieron un deterioro importante, el mayor desde febrero de este año, al retroceder 10,2 puntos y ubicarse en 12,7 puntos.
Los factores que influyeron fueron, entre otros, nuevas amenazas comerciales entre China y Estados Unidos, la situación fiscal de Italia tras el rechazo de la Comisión Europea al plan fiscal presentado por el Gobierno de ese país italiano «y una continuación del menor apetito por activos emergentes que se ha estado manifestado a lo largo de este año», afirmó el IAEF.