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Las cinco causas más comunes para el desenamoramiento y consejos para superarlo


A pesar de que hay muchas razones por las que se puede producir un desenamoramiento, hay cinco que son bastante generales y repetidas

En las parejas el desenamoramiento es algo natural, pero eso no hace que deje de ser una situación triste. Dejar de amar a alguien que nos ha aportado tanto, con quien hemos compartido momentos, de quien estuvimos tan ilusionados, nos sumerge en una tristeza que parece no tener final.

Es por eso que se despierta el interrogante: ¿por qué nos desenamoramos? A pesar de que hay muchas razones por las que se puede producir un desenamoramiento, hay cinco que son bastante generales y repetidas, causas que encaminan a cualquier relación hacia su ruptura.

1. Los intereses ya no son los mismos
La primera de las causas de desenamoramiento es cuando los intereses cambian. De repente, uno de los miembros de la pareja quiere irse a vivir fuera o tener hijos, cuando durante todo este tiempo no era así. En el momento en el que las prioridades y sueños no son los mismos, el vínculo se debilita.

2. El respeto se ha perdido
La segunda de las causas de desenamoramiento tiene que ver con el respeto, algo que jamás se debe perder en una relación de pareja (al menos si queremos que sea sana).

En el momento en el que hay insultos, se denigra a la otra persona o se la maltrata verbalmente, no hay espacio ya para el amor.

3. Los celos desmedidos e infundados
La tercera de las razones de desenamoramiento son los celos. Cualquier tipo de celos hacia la pareja, que se mantengan en el tiempo y no se resuelvan, resultan patológicos.

Requiere, a veces, de la intervención de un profesional de la psicología. Esto mina la relación, la llena de desconfianza y la daña hasta que lo único que quedan son sus fragmentos.

4. Falta de cuidado a la pareja
La cuarta de las razones de desenamoramiento es el descuido, debido a la cotidianidad y la costumbre. La falta de detalles, de querer sorprender, de comprarle a la pareja algo que le guste en un día cualquiera. Esta carencia de cuidado por el otro terminará con la relación y la llevará hasta un progresivo desenamoramiento.

5. Las necesidades no se satisfacen
En esta quinta de las causas del desenamoramiento están las necesidades no satisfechas. No solo hablamos de intimidad (falta de deseo sexual o de relaciones sexuales), sino de falta de abrazos, de escucha activa, de tiempo de calidad compartido. Si las necesidades no se satisfacen, la relación se volverá frágil.

Consejos para superar el desamor

Algo que es muy importante tener presente en cualquier relación de pareja es que nada es seguro. Por eso, cuidar a la pareja, mimarla y velar por construir una buena relación es necesario.

No obstante, hay situaciones que no están en nuestra mano. Como los intereses que cambian o las necesidades que no se satisfacen porque no se es compatible ya más. ¿Qué hacer, entonces? Afrontar el desamor.

Aceptar que es normal
Ya lo mencionábamos al principio. Aceptamos el amor, pero no el desamor. Le tenemos un gran rechazo a esto por el dolor que nos causa, pero no somos las únicas personas a las que esto les ha sucedido.

Además, aunque ahora no nos demos cuenta, volveremos a encontrar a alguien con quien ilusionarnos cuando sanemos.

Afrontar el duelo
El duelo duele; es como una espina que se clava y que nos intentamos arrancar. Pero sumergirnos en una relación rápidamente para no transitarlo es un error.

El duelo permite aceptar el desenamoramiento, llorar la ruptura y centrarnos en nosotros mismos. Saquemos las emociones fuera y querámonos más que nunca.

Evitar el contacto con la pareja
Silvia Congost, psicóloga especializada en dependencia emocional, habla sobre el contacto cero. Este es fundamental para poner distancia y que las heridas empiecen a sanar.

Muchas parejas que no han terminado mal lo hacen para poder marcar una distancia y transitar el duelo.

Hacer cosas solo
Cuando estamos en pareja, a veces nos olvidamos de aquello que nos gusta hacer solos o nos sentimos inseguros al ir al cine, a dar un paseo, a tomar algo en una cafetería sin alguien al lado.

Es el momento de estar con nosotros, de hacer cosas por nosotros, de disfrutar del espacio que ahora tenemos y del tiempo que ya no hay que compartir con una pareja. Ahora solo importamos nosotros.