Los espacios provinciales mantenían sus puertas cerradas, mientras que las dependencias municipales abrieron parcialmente
La crisis de violencia que estremeció a Rosario la semana pasada, junto con las amenazas dirigidas a diversas instituciones, ha generado un clima de incertidumbre, especialmente en los centros de salud distribuidos por los distintos barrios de la ciudad.
Después de que un empleado administrativo del Centro de Salud Libertad fuera amenazado con un arma el jueves, tanto los centros de salud provinciales como los municipales cerraron sus puertas a partir del mediodía. Este viernes, los centros provinciales permanecían cerrados, mientras que en el sistema municipal se decidió concentrar los equipos de atención primaria en un número limitado de centros, según la Intendencia 16, aunque algunas fuentes sindicales y empleados sugieren que son menos. En muchos casos, los empleados fueron instruidos a no asistir y permanecer en sus hogares.
Con alrededor de 50 centros de atención primaria en el sistema municipal, los pacientes de los centros cerrados fueron notificados sobre dónde recibir atención alternativa, lo que excluye la atención de casos espontáneos. La Municipalidad planea recuperar la normalidad gradualmente, coincidiendo con el despliegue de tropas federales y provinciales que se unirán a los patrullajes preventivos. Se espera que para el lunes se abran los centros de salud en cuatro barrios donde las fuerzas de seguridad federales asumirán el patrullaje, y se anticipa la reapertura de los centros provinciales para el lunes o martes, lo que contribuiría a aliviar la situación.