El día después de la segunda noche de toque de queda, Santiago amaneció este lunes tranquila, pero con largas filas en supermercados, farmacias y estaciones de servicio, que se mantenían cerradas a la espera de la llegada de carabineros que los pudieran custodiar.
En algunos sectores de la ciudad los supermercados se organizaron y permitieron el ingreso de unas pocas personas por turnos para realizar sus compras y poder abastecerse, pero en la mayoría de los casos mantienen cerradas sus puertas, causando impaciencia entre los vecinos.
Carabineros comenzaron a llegar a algunos supermercados para colaborar en su custodia, aunque se espera que sea un jornada con horario reducido e ingreso limitado a los establecimientos comerciales.
También sucede lo mismo en estaciones de servicio y farmacias, comercios que en general están cerrados desde el viernes a pesar de la vital importancia de la mercancía que venden.
No obstante, Copec, la mayor red de estaciones de servicio de Chile, aseguró que el abastecimiento estaba asegurado, llamando a los usuarios a tener tranquilidad.