Cincuenta y tres organizaciones de países de América Latina y el Caribe lanzaron la campaña «Nadie» para denunciar la falta de financiación para la lucha contra el VIH en la región. Además, piden a los gobiernos más compromiso con la problemática ante la salida de la ayuda internacional en países de renta media, donde vive más de la mitad de las personas con el virus.
«Pese al compromiso firmado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, gobiernos de todo el mundo están olvidando a millones de personas con sus legislaciones discriminatorias, sus políticas domésticas de salud o con sus programas de cooperación internacional», sostuvo en un comunicado la organización «Salud por Derecho», principal promotora de la iniciativa.
La campaña fue lanzada hoy en Panamá y «llegará próximamente a países de la región como Belice o Paraguay», que comienzan a sufrir las consecuencias de esta problemática. La iniciativa llama la atención respecto a que «las poblaciones más vulnerables y las organizaciones de la sociedad civil son las más afectadas» por el descenso en la financiación, al tiempo que «exige una serie de medidas a gobiernos y donantes para que cumplan con su papel en la lucha contra la pandemia».
«Con la financiación global al nivel más bajo desde 2010, los países donantes y organismos internacionales de cooperación y financiación centran sus prioridades en los países de rentas más bajas, bajo la premisa de que los países de rentas medias pueden asumir la lucha contra el sida con sus propios recursos», afirmaron. «Estas decisiones, basadas en criterios puramente económicos, no tienen en cuenta factores determinantes como la capacidad técnica o la voluntad política de los gobiernos para aplicar recursos y políticas adecuadas en la respuesta al sida, ni la situación política y legislativa de las poblaciones más vulnerables», agregaron.
La campaña advierte que «esta problemática afecta ya a regiones con mayoría de países de renta media como Europa del Este y Asia Central» y «amenaza ahora a América Latina y el Caribe, la cuarta zona del mundo más afectada por el virus con más de dos millones de personas viviendo con VIH».
Por otro lado, los impulsores de la iniciativa piden a los países donantes y organismos internacionales, como el Fondo Mundial, que apoyen a la sociedad civil como eje fundamental de la respuesta y que los procesos de salida de los países vayan acompañados de transiciones responsables.
«La campaña NADIE pretende conseguir que todos cumplan su papel en la lucha contra el sida: si los gobiernos desaparecen, si los donantes desaparecen, si la sociedad civil desaparece, no podremos acabar con el sida. Es una responsabilidad compartida por todos: nadie puede desaparecer», concluyeron.