Carolina Pochetti, viuda de Daniel Muñoz, quien fue secretario de Néstor Kirchner, fue trasladada este viernes a los tribunales federales de Retiro, donde declaró por cinco horas ante el juez federal Claudio Bonadio, que ahora debe definir si la acepta como arrepentida en la causa por coimas en obras públicas.
Mientras el magistrado resuelve si avala su convenio como imputada colaboradora, Pochetti regresó al penal de Ezeiza. La viuda de Muñoz pidió este jueves declarar como arrepentida en la causa en la que se investigan presuntas coimas en obras públicas que sigue Bonadio.
Durante más de tres horas, Pochetti se presentó frente a los fiscales Carlos Rívolo y Carlos Stornelli en los tribunales federales de Comodoro Py.
Este viernes volvió a ser trasladada hasta Retiro y estuvo nuevamente con Bonadio, ante quien había declarado el pasado 25 de octubre tras quedar detenida en la causa: ese día negó todos los cargos.
Asistida por el defensor oficial Juan Martín Hermida, Pochetti respondió todas las preguntas que le hizo el magistrado, con el objetivo de convencerlo de dejarla acogerse a la figura del arrepentida y quedar en libertad.
La mujer, que fue beneficiaria de cuentas de Muñoz en el exterior, cambió de abogado porque su defensor anterior, Miguel Ángel Plo, también fue imputado en esta causa, sospechoso de ser uno de los partícipes de las maniobras de lavado de dinero de las propiedades por 70 millones de dólares que Muñoz adquirió en los Estados Unidos a través de un entramado de sociedades offshore.
En tanto, el empresario marplatense Sergio Todisco y su ex pareja Elizabeth Ortiz Municoy, que oficiaron como titulares de sociedades a través de las cuales se realizó la venta de propiedades, se acogieron al régimen del arrepentido y brindaron información sobre las maniobras de venta.
Municoy dio varios nombres y comprometió a Carolina Pochetti, a su abogado Miguel Ángel Plo y al exministro de Economía de Santa Cruz Juan Manuel Campillo.