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La venta ilegal en Rosario pierde peso y es la más baja del país


La venta ilegal en Rosario perdió fuerza en los últimos años y es una de las más bajas de todo el país. Así se desprende de un minucioso relevamiento de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) que confeccionó el denominado mapa nacional de ilegalidad comercial en el que se detectaron 587 saladitas en toda la Argentina y 91.530 vendedores informales. De acuerdo al estudio, el municipio local ocupa el puesto 109 sobre 112 localidades con mayor cantidad de puestos no habilitados, con un puesto cada 3.011 habitantes cuando la población más afectada, Mina Clavero tiene un espacio informal cada 23 lugareños.

Para Ricardo Diab, presidente de la Asociación Empresaria de Rosario, entidad adherida a Came, «la baja penetración del comercio ilegal en la ciudad es un proceso que se viene consolidando hace años producto de la vigilancia de la dirigencia y del Estado municipal y provincial».

Según Diab, «la clave pasa por evitar que este tipo de puestos se instalen porque después se hace muy difícil y conflictivo sacarlos y generan un daño muy severo en la competencia con los comercios habilitados que pagan tasas municipales, impuestos, aportes y las facturas de los servicios públicos».

El relevamiento de Came estimó que la venta ilegal en la vía pública y en «Saladitas» ascendió a $6.527 millones durante el mes de noviembre por la venta de sus 91.530 puestos y cerrará el año en $78.595 millones.

La muestra se hizo en 500 ciudades del país donde se encontraron 112 localidades con formatos comerciales tipo «Saladitas», y manteros en el 68 por ciento de las regiones recorridas.

De acuerdo a los cálculos de la cámara mercantil, sólo en concepto de impuesto al valor agregado (IVA) el Estado dejó de recaudar casi $17 mil millones este año.

La ciudad de Buenos Aires, los partidos de La Matanza, Lomas de Zamora y Florencio Varela, y San Miguel de Tucumán fueron en noviembre las cinco localidades del país con mayor cantidad de vendedores ilegales. En el caso de Capital Federal se encontraron 10 mil puestos.

Asimismo, la propia ciudad de Buenos Aires, San Salvador de Jujuy, los partidos de Moreno y La Matanza en el Gran Buenos Aires y San Miguel de Tucumán, lideraron el ranking de las cinco ciudades con mayor cantidad de saladitas en noviembre.

Came también elaboró un ranking según penetración de la ilegalidad que analiza la relación entre puestos ilegales y cantidad de habitantes, indicador que, según el informe, «da una dimensión más cercana del impacto que causa en cada ciudad la venta clandestina».

En noviembre, la peor situación se dio en la ciudad cordobesa de Mina Clavero que, en promedio, registró un puesto de venta ilegal cada 23 habitantes.

«Ese es el problema de muchas ciudades turísticas de muy pocos habitantes, que se ven invadidas de vendedores aprovechando el gran flujo turístico casi todo el año», señala el informe.

Algo similar ocurre en El Bolsón (Río Negro), con un puesto de venta ilegal cada 38 habitantes, ocupando así el quinto lugar del listado. «Los puesteros de esa ciudad venden muchos productos que ingresan de contrabando desde Chile», asevera el relevamiento.

En esta lista, Rosario aparece bien posicionada, ocupando el puesto 109 de 112. Aquí se detectó un puesto ilegal cada 3.011 habitantes.

Esta proporción sólo fue mejorada por la ciudad de Santa Fe (un puesto cada 3.305 habitantes), la bonaerense de Merlo (3.800) y la mendocina de General Alvear (10.091).

«La clave pasa por estar alerta y no relajar nunca los controles para evitar la instalación de estas ferias», resaltó Diab.

Al respecto, citó los ejemplos de intentos de instalar «Saladitas» en Luis Palacios y Villa Gobernador Gálvez. «Hubo rechazo empresario, presencia estatal y logramos evitar la competencia desleal», cerró.

«La clave en Rosario pasa por evitar que este tipo de puestos se instalen. Después es muy conflictivo sacarlos»

Por Guillermo Zyzmam

Fuente: La Capital