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La Universidad de Yale apostó en Rosario y becó a un egresado del Politécnico


Juan Recoaro fue beneficiado por la prestigiosa universidad y realizará sus estudios en Estados Unidos. El joven de 20 años dialogó con CLG

Por Mauro Fabrizio Cucchiara (Especial para CLG)

A la hora de hablar de personas representativas de una ciudad, se suele mencionar a aquellos que se llevan todos los flashes, pero en un sitio, hay también otros símbolos. Ellos, a través del esfuerzo, se las ingenian para dejar bien parado al lugar. Juan Recoaro es un caso rosarino.

Con tan solo 20 años, el joven nacido en la ciudad demostró ser ejemplo de dedicación y tras finalizar sus estudios en el Instituto Politécnico Superior (IPS), fue becado por la prestigiosa Universidad de Yale, que aceptó la postulación.

El viernes 18 de septiembre, Juan pisó fuerte en New Haven, Connecticut, para darle rienda suelta a su sueño, que comenzó días atrás a través del cursado virtual. La beca consta de 4 años en los que el país americano tendrá un rosarino viviendo allí.

Como sorpresas te da la vida, a Juan el momento de alegría le llegó en un contexto inesperado: “Estaba en cuarentena en mi casa, llamé a un amigo por videollamada, abrí el portal y me enteré la respuesta así”. La aprobación se dio luego de esperar 3 meses los resultados, época que Recoaro relató: “Fue un tiempo de no saber qué estaba pasando y en el cual uno ya no puede hacer nada al respecto”.

“Lo primero que hice después de enterarme fue llamar a todos los profesores que me ayudaron en este proceso para agradecerles, los llevo en el corazón. Está bueno reconocer cuando las cosas se hacen bien”, expresó quien destacó también el apoyo de su madre.

Si bien es un cambio y en ellos siempre hay dudas, el “Polipibe” confesó que es uno positivo que él mira con ansias: “Es una experiencia que si no la hago no voy a saber nunca cómo es, estoy muy agradecido y espero poder aprovecharla al máximo”. Exámenes estandarizados y ensayos fueron algunas de las barreras que debió superar para alcanzar su objetivo.

Una vez que se llega a la meta, es muy sano mirar hacia atrás y observar aquello que se transitó para lograrlo. “Tanto en la primaria como en la secundaria, participé de Olimpíadas de Física, Química, Ciencias Juniors, Matemática, Tecnología y Astronomía. Fue un camino científico al que tuve acceso gracias a ir al Politécnico y la Juan Enrique Pestalozzi (su escuela primaria)”. El técnico químico, pisó gracias a estos eventos los suelos de Corea del Sur, Colombia, Portugal, México e Israel donde desarrolló un torneo de aperturas de cajas fuertes.

“El componente social de los viajes fue tan importante como lo académico. Te abre al mundo y son lugares de intercambio de ideas, resumió Recoaro. “Sin duda mis compañeros fueron un soporte emocional. El ambiente estudiantil era ameno”, añadió. Sin dejar la humildad de lado, realizó un balance sobre aquellos factores importantes para poder educarse en una de las universidades más reconocidas del globo terráqueo: “Logré hacer un estudio eficiente en vez de uno duro y comprendí mis tiempos”.

Quien representará a Rosario ante los ojos del mundo, se animó a hacer una lectura personal sobre el bullyng: “Ningún espacio está exento de las burlas, pero lo importante es ser auténtico y hacer lo que a uno le gusta. Sin dudas que puede ser duro, pero es más un trabajo de la persona que agrede que del agredido”.

“La responsabilidad de perpetuar el conocimiento y la motivación”, esas fueron las palabras con las que Juan definió un proyecto que lleva a cabo junto con otros ex alumnos del IPS. El mismo, consta de talleres de física y astronomía para alumnos de otras escuelas. “Quiero que la posibilidad de participar en estos eventos esté disponible para estudiantes de toda la ciudad”, expresó.

¿Qué mirás en el futuro en Yale?

“Espero encontrar gente apasionada por lo que hacen, una experiencia académica interesante y mucho para explorar. Además de pensar a futuro qué camino en específico tomar, no lo terminé de procesar aún”.

Para cerrar, Juan le dejó un mensaje a aquellos que buscan perseguir sus sueños: Les diría que busquen oportunidades para aprovechar su potencial y darles prioridad a las pasiones. No hay que tener vergüenza en preguntar e intentar”.