Info General

La universidad de Oxford comenzó a probar en humanos la vacuna de coronavirus


El proyecto recibió un gran apoyo del gobierno de Reino Unido y tiene un 80% de probabilidades de éxito, aseguraron los especialistas que integran el equipo

La universidad de Oxford informó que inició este jueves los ensayos clínicos de la vacuna del coronavirus en humanos, instancia que pudo ser lograda con tanta rapidez ante el apoyo del gobierno de Reino Unido.

De los más de cien proyectos de investigación que se llevan a cabo en todo el mundo para encontrar una vacuna -la única forma posible de volver a la «normalidad» según Naciones Unidas-, ocho se encuentran actualmente en fase de ensayos clínicos, según la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.

Este tipo de pruebas ya comenzaron en China y Estados Unidos y se espera que comiencen a finales de mes en Alemania, donde la autoridad federal a cargo de las vacunas dio luz verde ayer a los primeros ensayos clínicos.

El proyecto de la universidad de Oxford cuenta con un fuerte respaldo del gobierno británico, ya que fue el ministro de Sanidad, Matt Hancock, quien anunció el comienzo de las pruebas en humanos. Dirigiéndose a una Cámara de los Comunes reunida en gran parte por videoconferencia, Hancock anunció un «desarrollo prometedor» que normalmente tardaría «años» en alcanzar esta fase de la investigación.

En su primera etapa clínica, el ensayo realizado por el Instituto Jenner de la universidad de Oxford para evaluar la seguridad y la eficacia de la vacuna involucrará a 1112 voluntarios: 551 recibirán una dosis de la potencial vacuna del Covid-19 y otros servirán como grupo de control al recibir sin saberlo un inyección sin producto activo. Por último, un grupo de diez participantes restantes recibirán dos dosis de la vacuna experimental.

La vacuna que están desarrollando los investigadores de Oxford se basa en un adenovirus modificado que afecta a los chimpancés. La vacuna genera una fuerte respuesta inmunológica con una sola dosis y no es un virus replicante, por lo que no puede causar una infección continua en el individuo vacunado. Esto la hace más segura para los niños, los ancianos y los pacientes con enfermedades subyacentes como la diabetes, explican los investigadores.

El equipo de la profesora Sarah Gilbert estima sus probabilidades éxito al 80% y en paralelo a la investigación prevé producir un millón de dosis hasta septiembre, de manera de tener amplia disponibilidad antes de finales de año si se confirma su eficacia. Igualmente, los investigadores reconocen que el calendario es «extremadamente ambicioso» y podría cambiar.

Sin embargo, el principal consejero médico del gobierno de Boris Johnson, Chris Whitty, advirtió que la probabilidad de obtener una vacuna o un tratamiento eficaz contra el Covid-19 «dentro del próximo año es increíblemente baja». Y expresó: «Tenemos que ser realistas: debemos confiar en otras medidas, medidas sociales, que por supuesto son muy perturbadoras».

Muy criticado por su gestión de la crisis sanitaria, el gobierno de Boris Johnson creó un grupo de trabajo la semana pasada para coordinar los esfuerzos de los investigadores y poder producir masivamente una vacuna tan pronto como esté disponible. Por eso también está apoyando financieramente una investigación en el Imperial College de Londres, que espera comenzar los ensayos clínicos en junio.