La recta final de las negociaciones sobre el Brexit, el clima y las posibles sanciones contra Turquía también entrarán en agenda
El coronavirus y el fondo de recuperación pospandemia, la recta final de las negociaciones sobre el Brexit, el clima y las posibles sanciones contra Turquía centran la apretada agenda de una cumbre de dos días que los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) comenzaron en Bruselas.
El destino de la relación posbrexit entre Londres y Bruselas se sellará probablemente de aquí al domingo, según decidieron el primer ministro británico, Boris Johnson, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ayer durante una cena en la capital belga, en la que volvieron a constatar sus profundas divergencias.
La jefa del Ejecutivo europeo rendirá cuentas hoy de las discusiones ante los jefes de Estado y de Gobierno, pero no se espera ninguna decisión durante la cumbre, que se prolongará hasta mañana. El canciller británico, Dominic Raab, ya anticipó que considera «improbable» que las negociaciones comerciales posbrexit se prolonguen más allá del domingo si la Unión Europea (UE) no muestra flexibilidad.
La Comisión Europea presentó hoy su plan de emergencia en materia de derechos pesqueros y para proteger el transporte aéreo y terrestre, ante la posibilidad de no lograr un acuerdo con Londres.
«Nuestra responsabilidad es estar preparados para todas las eventualidades, incluyendo no tener un acuerdo con el Reino Unido el 1 de enero. Por eso presentamos estas medidas», dijo Von der Leyen, citada por la agencia de noticias AFP.
El otro gran tema de la cumbre es el plan de recuperación poscovid, que involucra 750.000 millones de euros (908 millones de dólares) y que, al igual que el presupuesto del bloque 2021-2027 (1,074 billones de euros, 1,2 billones de dólares), se halla hasta ahora paralizados por los vetos de Hungría y Polonia, aunque el horizonte parece despejarse.
Los Veintisiete deberán pronunciarse sobre un compromiso alcanzado ayer por la presidencia alemana de la UE con Budapest y Varsovia, opuestos a un mecanismo que supedita el ingreso de los fondos europeos al respeto del Estado de derecho.
El mecanismo, que no se modificó, fue acompañado de una declaración «explicativa» destinada a responder a las preocupaciones de ambos países. El texto precisa la posibilidad de recurrir al Tribunal de Justicia europeo sobre la legalidad del mecanismo antes de su aplicación.
Otro tema que se anticipa áspero es el de la amenaza de sanciones contra Turquía, debido a sus labores de exploración de gas en zonas marítimas del Mediterráneo oriental disputadas con Grecia y Chipre. Varios Estados, entre ellos Alemania, Italia y Polonia, rechazan imponer sanciones económicas o un embargo contra Turquía, porque es miembro de la OTAN.
Los dirigentes deberán ponerse de acuerdo más fácilmente sobre la necesidad de coordinación ante la Covid-19 para evitar una tercera ola de contagios y organizar conjuntamente las futuras campañas de vacunación. Los 27 también deberán pronunciarse hoy sobre su nuevo objetivo de emisiones de gases de efecto invernadero para 2030.
La propuesta de la Comisión de una reducción de «al menos un 55%» con respecto a 1990, frente a un objetivo del 40% actualmente, no se cuestiona, pero sí sus modalidades. Polonia, aún muy dependiente del carbón, rechaza cualquier objetivo nacional, temiendo duras consecuencias económicas.
Finalmente, mañana se abordará la lucha contra el extremismo, tras los recientes atentados yihadistas en Francia y Austria, en especial con la petición de un reglamento que exige a las plataformas digitales retirar contenidos de carácter terrorista en el plazo de una hora.