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La Uefa analiza permitir público en los partidos de Champions League


El ingreso de los simpatizantes, según indican, debería recibir el visto bueno por parte de las autoridades de cada país cuyos equipos participen del certamen

La Uefa podría permitir la asistencia de simpatizantes a los partidos correspondientes a Champions League, pero el ingreso del público deberá ser autorizado por las autoridades de cada país cuyos equipos participen de la competencia.

El organismo ya dio el primer paso permitiendo la presencia de hinchas en la Supercopa de Europa que se disputó el pasado jueves en Budapest (Hungría) con un aforo limitado a 20.000 personas en el Puskas Arena, con capacidad para 67.215.

Al citado encuentro finalmente solo acudieron 15.180 y la UEFA valoró muy positivamente la experiencia piloto con la idea de mantener parte de aficionados en las competiciones europeas esta temporada.

Según indicó el medio español Mundo Deportivo, la Uefa tiene previsto anunciar el próximo lunes la decisión de permitir que haya seguidores en las gradas de aquellos estadios cuyos gobiernos locales lo autoricen.

En España, en el caso de que la UEFA acabe dando luz verde al público en Champions, el Barcelona tiene preparado desde junio el protocolo ‘Espai Net i Segur’, con el doctor y directivo Joan Bladé al frente del mismo, para garantizar la seguridad sanitaria y cómo deberían sentarse los aficionados con suficiente distancia y vigilando especialmente cómo debería ser la movilidad tanto dentro del estadio como antes y después de un partido.

El club catalán ya avanzó que, en caso de haber hinchas, el 85% serían abonados previa inscripción en un formulario y posible sorteo si hubiera más demanda que oferta, y el 15% restante sería para socios no abonados y público en general.

En el resto de Europa, por ahora hay público en Francia (5.000 como máximo), Italia (1.000) y en la Bundesliga (desde 10.383 en Mönchengladbach a 500 en Wolfsburgo) salvo en los campos de Bayern, Colonia, Schalke y Leverkusen mientras que en Inglaterra sigue todo a puertas cerradas, al igual que en España.