Por Leonardo Coscia
Tanto para la comunidad científica, como para las instituciones de salud y la sociedad en general, las cifras enfatizan cada vez más la necesidad de luchar contra el cáncer de mama. Estimaciones de la Organización Mundial de la Salud indican que, en 2018, 627 mil mujeres en todo el mundo fallecieron a causa de esta enfermedad, además de los 19 mil nuevos casos reportados anualmente en Argentina, lo que representa un 16,8% del total de incidencias de cáncer en nuestro país.
Esta problemática hoy es una de las principales causas de muerte de mujeres, que en nuestro país se calcula que se producen alrededor de 5600 al año, según el Instituto Nacional del Cáncer. En este escenario, la tecnología se ha convertido en un aliado en la investigación y detección temprana, aumentando las probabilidades de encontrar una cura y mejorar los tratamientos para las pacientes.
Uno de los retos más grandes con los que muchos expertos de la medicina se encuentran al idear nuevas formas de terapia, es que cada mujer puede tener reacciones diferentes a los tratamientos, por lo que no existe una manera de saber cuáles medidas funcionarán mejor para cada paciente.
El proceso requiere, en muchas ocasiones, de una revisión manual de información relevante que debe almacenarse en los expedientes. Como sucede en muchas organizaciones de otras industrias, esto infiere retrasos y una inversión de tiempo que podría implicar una pérdida de tiempo valioso para la paciente y aún más importante, una ruptura en el seguimiento en los centros de salud especializados.
Para resolver esto e innovar en sus investigaciones, especialistas del National Center for Tumor Diseases (NCT) decidieron hace unos años recurrir a la tecnología en la nube y de procesamiento de información de SAP HANA, con el fin de atender a más de 10 mil pacientes, quienes individualmente pueden tener hasta 1.200 piezas de data en su registro.
La cantidad de información que los médicos de este centro llegan a tener es de hasta 150 mil conjuntos de datos donde se podría agrupar a cierto tipo de pacientes y 3.6 millones de insights, que, manualmente, tomarían semanas en ser analizados.
Las soluciones en la nube facilitan la exploración de esos datos basándose en sistemas de información clínicos, registros de tumores y hasta las notas de cada médico sobre un amplio número de historiales que pueden ser consultados a detalle.
De esta manera, la tecnología guía a los médicos para brindar terapias y servicios más personalizados, así como adecuados para cada tipo de cáncer y perfil de paciente. Así, aceleran las capacidades de los centros de salud para generar información relevante que sume a los esfuerzos científicos de mejora de diagnósticos y crear tratamientos más efectivos.
En años recientes, otros grupos de investigadores han probado con innovaciones para la lucha contra el cáncer de mama, desde la creación de nuevas moléculas que pueden ayudar a detener la generación de células cancerígenas, hasta la aplicación de machine learning para la prevención y detección temprana.
Por ello, el rol del procesamiento de datos y sistemas en la Nube tienen un gran potencial para los expertos y las instituciones de salud, haciendo que la tecnología y la digitalización realmente mejorar la vida de las personas.