La Segunda Sala del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil aplazó este lunes la audiencia en la que iba analizar un nuevo pedido de libertad interpuesto por la defensa del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva y que estaba prevista para mañana.
La presidenta de la Segunda Sala, la jueza Carmen Lúcia Antunes, retiró de la agenda de juicios el proceso de hábeas corpus solicitado por los abogados de Lula y no especificó cuándo volverá a ser juzgado, informó la agencia de noticias EFE.
El caso estaba previsto para la sesión de mañana, la última antes del receso de julio del máximo tribunal. Con el aplazamiento, el proceso solo podrá volver a la agenda de la Segunda Sala del STF en agosto.
En el pedido de la defensa, los letrados demandan que sea declarada la parcialidad del ex juez Sergio Moro, ahora ministro de Justicia de Brasil y responsable de la operación Lava Jato en primera instancia en sus cuatro primeros años.
Horas antes de conocer la decisión del STF, los abogados de Lula habían solicitado que el caso del ex presidente fuera juzgado con prioridad, por su avanzada edad y porque lleva 443 días encarcelado.
No obstante, la Segunda Sala certificó que «el proceso fue retirado del calendario de juicio del día 25.6.2019», aunque no dio mayores detalles de la decisión.
El juicio del pedido de hábeas corpus solicitado por la defensa de Lula empezó en diciembre del año pasado, cuando dos de los magistrados, Carmen Lucia Antunes y Edson Fachin, votaron contra el recurso. Sin embargo, el proceso fue suspendido después de que el juez Gilmar Mendes pidiera más tiempo para analizar la solicitud. Además de Mendes, quedan por votar los magistrados Ricardo Lewandowski y Celso de Mello.
Hoy, Lula, quien cumple en prisión una condena a 8 años y 10 meses, publicó una carta en la que afirmó que una posible anulación de la sentencia en su contra no invalida el resto de la Lava Jato, la mayor operación anticorrupción de la historia de Brasil que mandó a prisión a decenas de empresarios y políticos del país. El ex presidente (2003-2010) sostuvo que Moro, el juez que lo condenó, no fue imparcial ni independiente.
Igualmente, el ex mandatario aclaró que sus abogados presentaron el recurso en que exigen la anulación del juicio por la supuesta parcialidad de Moro mucho antes de que el sitio The Intercept Brasil filtró este mes supuestos mensajes entre el entonces juez y los fiscales de la operación.