Una incidencia negativa de 3,8 puntos porcentuales ejerció el sector agropecuario sobre el índice general de actividad económica en abril pasado en la Argentina, como consecuencia de la intensa sequía que afectó al campo y que justamente hacia el cuarto mes de 2018 llegó a ser considerada como «la peor en 50 años».
La actividad agropecuaria registró una marcada caída del 30,8 por ciento en la comparación interanual en abril, como consecuencia de las inclemencias climáticas.
En el reciente informe del INDEC sobre nivel de actividad agregada del cuarto mes del año, quedó en evidencia el fuerte impacto que tuvo la sequía sobre el campo.
El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) experimentó en abril una caída de 2,7% frente a marzo pasado (medido sin estacionalidad) y una baja de 0,9% con respecto a un año atrás.
Más allá de esto, el acumulado de los primeros cuatro meses del año mostró una suba de 2,4% con relación al mismo período de 2017.
En este contexto, analistas del Banco Ciudad destacaron en su informe económico semanal que «el retroceso observado en el nivel de actividad durante abril se vinculó en forma casi exclusiva al comportamiento del sector agropecuario».
Esa industria, afectada por la sequía, «experimentó una caída de 30,8% en términos interanuales, con una incidencia negativa de 3,8 puntos porcentuales sobre el índice general».
En contraposición, se destaca que de los 15 sectores de actividad que componen el EMAE, 12 se mantuvieron en terreno positivo con respecto a 2017, «reflejo de un crecimiento que al mes de abril aún se mostraba difundido a la mayoría de las actividades económicas», señaló el relevamiento.
Las alzas más importantes provinieron de la construcción, con una suba de 10,2% interanual, y de la intermediación financiera, con un 9,4%.
Les siguieron las actividades extractivas, petróleo, gas y minería (5,9%), el comercio (5,5%) y las actividades inmobiliarias y empresariales (5%).
En este sentido, durante abril, la actividad inmobiliaria continuó registrando marcadas subas en la cantidad de escrituras de dominio en Capital Federal (48% interanual de acuerdo al Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires), de las cuales un 37% fueron con hipoteca bancaria.
Asimismo, la industria manufacturera también registró mejoras por encima del promedio de la economía (3,1%), en buena parte motorizadas por el crecimiento de la construcción y su «efecto dinamizador» de la producción en ramas como los minerales no metálicos y la metalurgia, sostuvo el informe.
«De hecho, aislando el efecto de la sequía, el nivel general de actividad hubiera evidenciado una suba en el cuarto mes del año», indicó el relevamiento.
«Descontando la fuerte baja de 30,8% en las actividades agropecuarias, la actividad agregada podría haber registrado un alza promedio de 2,9% interanual, dada la contribución al crecimiento que aportaron el comercio, la industria y las actividades inmobiliarias (con mayores pesos específicos en el índice general)», agregó.
Sin embargo, «el factor climático cobró mayor protagonismo a comienzos del segundo trimestre del año, período en el que se concentra el grueso de las cosechas de soja y maíz, afectando no sólo al agro, sino también a otras actividades relacionadas, como ser la industria molinera, la producción de implementos agrícolas y el transporte de cargas», destacó el informe.
Esta última, agrupada junto con las comunicaciones, registró una baja de 0,8% interanual en abril pasado.