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La santafesina Potassa sueña con volver a vestir la camiseta de la selección


La rosquinense fue marginada del seleccionado argentino después de un conflicto con el DT, Carlos Borrello.

La delantera Belén Potassa expresó este martes sus deseos de volver «a vestir la camiseta» del seleccionado argentino de fútbol, a un año de su histórica participación en el Mundial de Francia y del que fue marginada después de un conflicto con el DT, Carlos Borrello.

«Seguimos estando dispuestas a vestir la camiseta celeste y blanca», le dijo Potassa a Télam. La delantera, cuyo último club fue el Albacete, de España, manifestó públicamente sus críticas a Borrello tras el Mundial y desde entonces no volvió a ser citada al plantel de la selección, una situación en la que también están la ex capitana Estefanía Banini, Florencia Bonsegundo y Ruth Bravo.

Después del Mundial 2019 al que tanto costó llegar y en el que se obtuvieron los primeros dos puntos de un seleccionado argentino femenino en un Mundial FIFA contra rivales de jerarquía (0-0 en el debut contra Japón, caída 0-1 frente a Inglaterra y remontada heroica 3-3 contra Escocia), algunas de las jugadoras, entre ellas Potassa, manifestaron su deseo de que hubiese un cambio en el cuerpo técnico argentino.

Luego de ese reclamo, quedaron afuera de la lista para los Juegos Panamericanos de Lima y no volvieron a ser convocadas.

«¿Si nos sacaron por hablar? Eso habría que preguntarle al técnico. Pensamos que sí porque el argumento que dieron fue que necesitaban recambio y me parece que siguen estando las mismas. Además una cosa es que me saquen a mí, que ya tengo cierta edad, pero que la capitana (Banini, la número 10 y figura del equipo) quede afuera es que el tema va por otro lado», aseguró Potassa en una charla con Télam.

Para la santafesina, de 31 años, el Mundial fue «un antes y un después para el fútbol femenino argentino. Y para nosotras significó mucho por el proceso tan lindo, lo sacrificado del repechaje y lo que lo disfrutamos. No me olvido más de lo que deseábamos entrar al Parque de los Príncipes (en París) y sacarnos una foto en ese estadio tan hermoso».

«El país se enteró que había una selección de mujeres que iba a jugar un Mundial y, aunque más tarde vino el tema de la profesionalización, hubo un cambio grande en el fútbol y en la sociedad, con la apertura de más escuelitas, de más nenas queriendo jugar, de más mujeres alquilando canchitas de fútbol», destacó.

Tras la eliminación de Francia 2019 y aquellos planteos, quedó pendiente una charla con Claudio Tapia, el presidente de la AFA. «Al final no hablamos, nadie nos llamó. Creo que al equipo le falta mejorar y hay jugadoras que pueden aportarle. Nosotras seguimos entrenando todos los días«, agregó la delantera, seis veces campeona con Boca y tres con la UAI Urquiza.

En los Panamericanos 2019, Argentina se colgó una medalla (plateada) por primera vez en su historia; sin embargo, la Mayor no logró la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio que se harán en 2021 y el seleccionado Sub 20 no pasó la fase de grupos del Sudamericano que se jugó en nuestro país en marzo de este año. Borrello, con contrato hasta marzo del 2021, tiene un año tranquilo en el marco de la pandemia ya que la próxima competencia importante es la Copa América de 2022.

Potassa viene de jugar en Albacete, España, donde hizo su primera experiencia en el exterior luego del Mundial. Llegó al país el 30 de abril y está haciendo la cuarentena en la casa de su hermana en Cañada Rosquín, provincia de Santa Fe. «Es muy tranquilo acá pero estoy esperando cumplir los 14 días para abrazar a mi familia que hacía un año que no veía«, contó.

Sobre su paso por la segunda división española, Potassa consideró que fue «positivo» a pesar de que se quedó con las ganas de ascender. «Teníamos chances pero el torneo se cortó por el coronavirus y ascendió el primero. Pegar el salto a Europa fue una de las mejores decisiones que tomé», sostuvo la delantera. Entre las principales diferencias con la Argentina, encontró que «en España, hace tiempo que el fútbol femenino está bien visto y tienen todo organizado».

«Acá hay problemas con los contratos, las jugadoras tienen incertidumbre sobre qué pasará después de diciembre y pelean por cosas básicas. En Europa vivís para entrenar y jugar, con el descanso necesario. Creo que hay muchas futbolistas en Argentina que juegan bien, mas allá de la mayoría hace el doble esfuerzo de trabajar y jugar. Pero la otra diferencia es que las ligas europeas son muy competitivas y acá todavía hay diferencias de nivel muy marcadas entre los equipos», analizó ‘Pota’.

A pesar de los avances en la pelea de los derechos de las mujeres, las jugadoras continúan siendo discriminadas o ridiculizadas en un ambiente tan machista como el fútbol. «Claramente seguimos discriminadas y recibiendo comentarios que no están buenos. Parece que a algunos todavía les molesta que las mujeres puedan jugar al fútbol o que hasta a veces jueguen mejor que los hombres. Tengo fe de que esto va a seguir cambiando, evolucionamos mucho», cerró Potassa.