El Ministerio Público de la Acusación (MAP) reveló que la sangre encontrada en la embarcación de Matías Messi -hermano mayor del capitán de la Selección argentina, Lionel Messi- es suya, que el arma no había sido usada en ilícitos antes de ser hallada en la lancha y que la pala no presenta muestras biológicas, por lo que en principio se habría tratado de un accidente.
Así lo determinaron los estudios realizados a las muestras recabadas en la lancha en la que el pasado 1 de diciembre fue encontrado Matías Messi con lesiones y a la deriva en el río Paraná a la altura del Club de Pescadores, a 35 kilómetros de la zona sur de Rosario.
Según informó el portal «Rosario 3» al citar fuentes del MAP, el examen de perfil genético realizado en la sangre hallada en la lancha de Messi dio como resultado que la totalidad de las muestras de sangre recolectadas en los 39 sectores en los que se dividió la embarcación para la toma de rastros, coincide con su perfil genético.
El examen incluyó rastros recabados en elementos personales, de la lancha y del arma, y fue enviado este jueves a la sede de Fiscalía Regional Segunda Circunscripción como resultado de examen de ADN solicitado por los fiscales intervinientes en la investigación Matías Ocariz y Lucas Altare de la Unidad de Cibercrimen y armas.
Los médicos de la Unidad Genética Forense del Instituto Médico Legal de Rosario establecieron que la cantidad de sangre hallada en la embarcación es compatible con el tipo de lesión en mandíbula y paladar que presentaba Messi.
Respecto a la investigación de la mecánica del hecho, los peritos concluyeron que el siniestro pudo tener origen en una disminución abrupta de la velocidad producida por golpe o roce con algún elemento contundente.
En ese sentido, además, se relevaron cámaras de seguridad de zona de Pueblo Esther, Fighiera y de club de Pescadores, en donde siempre se lo observó a Matías Messi en soledad, tal como declaró ante la Justicia.
El incidente por el que imputaron a Matías Messi, de 35 años, ocurrió el pasado 30 de noviembre en el Club de Pescadores de Fighiera, cuando el hermano mayor del astro del Barcelona pidió ayuda supuestamente tras haber chocado con la lancha en la que navegaba contra un banco de arena.
Cuando la Policía arribó al lugar encontró en la lancha múltiples rastros de sangre y un arma de fuego, una pistola calibre 3.80.
Tras el hallazgo del arma y luego de varias horas de citarlo sin éxito, se libró una orden de detención y se lo detuvo como imputado, aunque no fue a prisión sino a una clínica privada, donde se repuso de sus heridas, siempre bajo custodia.
El pasado 19 de diciembre, dos semanas después de ser detenido, Matías Messi quedó en libertad tras el pago de una fianza de 2 millones de pesos, aunque se mantuvo procesado bajo el cargo de «tenencia ilegal de arma de fuego», con prohibición para salir del país.