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La salvación de Newell’s está en los pibes


Por José Odisio

El gol de Joaquín Varela sobre la hora para darle la victoria al equipo de Llop fue un cierre ideal apara una semana donde en el Parque aparecieron las buenas noticias, o al menos hubo cierta calma tras un mes repleto de conflictos fuera y dentro de la cancha.

Newell’s no jugó bien, pero sumó tres puntos con un gol festejado hasta más no poder de un pibe que, con apenas dos partidos en primera, empieza a ser otra de las grandes apuestas de este nuevo ciclo, donde las inferiores tendrán preponderancia, más por necesidad que por convicción.

Sin importar razones, las inferiores empezaron a ser claves en este intento de ordenar la casa desde lo económico y deportivo. Las ventas de juveniles como Escobar y Valenzuela, sumada a la posibilidad de transferir al pibe Nicolás Castro a Roma por 600 mil euros, generaron un oxígeno necesario en la tesorería y sumado al dinero que ingresará por Paz, le permitirá a la dirigencia poner al día las cuentas con empleados y jugadores.

Y dentro de la cancha, más allá del aporte importante de Ibáñez y Leal, no hay dudas que la Lepra se apoyará en Varela, Rivero, Fertoli, Joaquín Torres, Enzo Cabrera, Denis Rodríguez y algunos juveniles más. Y esta apuesta a la cantera tiene dos objetivos: tapar los huecos deportivos ante la imposibilidad de traer refuerzos de jerarquía y potenciar el valor de jugadores de la casa para nivelar las cuentas, que en los últimos años están en constante rojo.

Habrá que tener paciencia, algo que a los hinchas no le sobra. No siempre habrá una pifia para ganar un partido sin merecimiento. Es posible que Newell’s no tenga protagonismo en el torneo, cuyas aspiraciones máximas pasan por sumar el 50 por ciento de los puntos en juego. Y tal vez el paso por la Sudamericana no sea el que las expectativas del hincha tiene en mente. Pero no hay muchas opciones. Y apostar a las inferiores forman parte del gen leproso. Gran parte de su historia se escribió con esa idea. Y nunca es tarde para retomar ese camino, aunque a veces se lo mire con desconfianza.