Por la Dra. María de las Mercedes Dabat (MN 70283), especialista en clínica médica y medicina interna general.
En los últimos doce meses se sucedieron hechos, situaciones, pérdidas, de una manera vertiginosa, no deseada, no buscada: todos aprendimos, entre otras cosas, palabras nuevas. Incorporamos a nuestra vida diaria: protocolo, confinamiento, distancia social, testeo, aislamiento, contacto estrecho, falso negativo. Y livianamente, los términos de sustentabilidad y sostenibilidad.
Entonces, vayamos a lo que son estos dos últimos: ambos derivan de la ecología, son interdependientes, y necesarios, para legar a nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos, un mundo sano. Recordemos el sabio dicho que nos dice que la tierra no es una herencia de nuestros padres: es un préstamo, de nuestros hijos.
Entonces, hablemos de salud sustentable y sostenible: ¿es posible? es ser idealista?. Por definición, la misma se logra como resultado de la interacción del ambiente social, natural y económico, teniendo una estrecha relación con nuestro estilo de vida
La salud es una condición primordial, no se compra, no tiene precio. Se construye y se cuida. Un individuo saludable, es capaz de crear, de desarrollarse, de vivir plenamente, logrando metas sostenibles en el tiempo. Es un círculo: sin salud, nada es sostenible ni productivo, ni pleno.
Y surge, la sustentabilidad: como individuo debo estar consiente y conocer cuales son mis responsabilidades; debo empoderarme de mi salud y ese empoderamiento se logra al involucrarnos y cuidar, de uno y los que nos rodean, a través de la promoción de la salud, campañas de prevención y cambios de hábitos que nos acerquen a un estado de completo bienestar físico mental y social.
¿Y cómo logramos que sea sostenible en el tiempo? A través de apoyo de los profesionales de salud, políticas gubernamentales sanitarias locales e internacionales.
La salud debe reunir ambas condiciones: ser sustentable y sostenible. Sin esta hermandad, no se avanza.
En 2015, la Organización Mundial de la Salud propuso los Objetivos de Desarrollo Sostenible, siendo uno de ellos, la Salud, Sustentable y Sostenible, con miras al 2030.
¿Qué nos pasó? Nos pasó el COVID 19.
Sabíamos que podía llegar una pandemia, ya que estas son cíclicas, periódicas. Estaba cerca, pero….no se tomó en cuenta, pese a las advertencias, que estaba tan próxima.
Es tiempo de empoderarnos, de afirmarnos. de escuchar. Si no prestamos atención a las alarmas, no solo en nuestro país, sino en todo el mundo, la salida, ese horizonte que buscamos, va a seguir siendo esquivo.
No podemos solos. De esto se trata de caer y levantarnos. Pero unidos.
Reflexionemos: respeto a ti mismo y respeto para los otros. Responsabilidad sobre todas tus acciones, en palabras del Dalai Lama.
Es hora que retomemos, continuemos lo comenzado, aunque estemos cansados de la nueva normalidad. No es tarde.